Aquí viene la última entrega de esta noche
"¿Qué habitación usa menos?", "¿Qué ropa deberé usar?", "¿como sabré a que personas usted les permite pasar?" esas preguntas se habían quedado en la boca de Julia. Y por lo que parecía debía encontrar por sí misma las respuestas.
Julia se decidió por la primera habitación por que tenía las paredes de color blanco, al descorrer las cortinas podía ver la parte correspondiente de jardín, la hiedra crecía tapando buena parte de la pared pero todas las ventanas estaban libres para permitir el paso de la luz, curioso en una casa cuyo dueño odiaba la luz.
Un espejo colgado en la pared encima de un aguamanos, le devolvió la mirada, una mirada de una mujer joven con cara de niña traviesa según su madre, y que a los veinte años de vida ya había visto demasiado.
Se quitó la ropa de calle para acomodarse, y se vistió con la ropa más sencilla que tenia a falta de un uniforme de servicio. El resto de la tarde lo pasó observando las instancias de la casa que anteriormente le había mostrado Denís pero con mas calma esta vez. Moviendo de cuando en cuando algún cuadro u objeto que ella creía que estarían mejor en otra posición.
La verdad es que en aquella casa era difícil saber que hora era al entrar tan poca luz del sol, cuando oyó la ronca voz de Denís de nuevo:
- Julia, perdona que te moleste. Voy a salir esta noche, así que te he dejado la cena preparada.
Julia asintió. De pronto, se sintió terriblemente mareada y se tambaleó. Al instante se recuperó, ¿qué había pasado? Cuando se dio cuenta, estaba en los brazos de Denís. No pudo decir nada, aquellos ojos la hipnotizaban, la dejaban sin habla. Todo se había parado, no veía nada más que el rostro del hombre que la sostenía con extrema delicadeza. La cara de él se acercó a la de ella unos centímetros. Julia levantó su brazo y acarició suavemente su mejilla, su piel estaba...
¡Oh Dios mío! ¿Pero qué estaba haciendo? Rápida se separó de él y recobró la compostura. Nerviosa, mientras pasaba sus manos por su cabello dijo:
- Perdone...yo...es muy tarde y solo he desayunado un vaso de leche, llevo muchas horas sin comer...supongo...me encuentro un poco débil por eso.
Volvía a hacerlo. Volvía a mirarla fijamente con aquella extraña sonrisa.
- En el comedor tienes la cena. No esperes despierta a que llegue. Mañana por la mañana nos veremos.
Antes de que ella pudiese contestarle, Denís había salido de la habitación.
En breves me voy.
EDIT: Me voy xD ¡Hasta mañana a horas tardías!