Y sino siempre puedes usar los jueguecitos de toda la vida: que uno ate a la cama al otro (no os recomiendo las esposas metálicas, porque están tan frías que molestan y para que tenga gracia tienes que apretarlas para que no se mueva y duele), un vendaje en los ojos , probar en sitios nuevos (el coche, el monte, alguna casa abandonada del monte, o simplemente en otros rincones de la casa: la ducha, la cocina, el sofá, la alfombra, la mesa,...). Lo que no te recomiendo para nada es jugar con caramelo, porque mientras chupas está bien pero a la hora de moveros os pegáis y es incómodo.
Por cierto, desde que probé los lubricantes me han encantado, tanto que si no me queda uso aceite de bebé, pero tened cuidado con él porque deshace los condones.