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Xkings escribió:Eso cosifica a la mujer por tanto, oprime y discrimina.
Bien hecho Netflix.
Ahora si que me suscribo.
Nuku nuku escribió:
Han salvado a las mujeres, y el que diga que no seguro que vota a vox y es un machista opresor violador de mujeres .
SObre el tema del hilo, pues es lo que hemos aceptado y lo que los SJW y demas subhumanos piden y exigen, tambien hemos perdido ya para siempre el episodio de "Maikel" en los Simpson a no ser que tengas los DVDs, por que creo que en Disney+ no esta (no lo he comprobado), o el de New York (este al menos en America), y asi con todo, segun el cancer SJW se va extendiendo y echando raices aqui y alla esto va a ser la norma constante, de hecho ya lo es.
FanDeNintendo escribió:A ver cuándo superamos estas cosas y dejamos que la obra original siga siendo cómo es, dentor de su contexto histórico (y en este caso, más justificado que nunca el argumento del tiempo )
fusco escribió:No creo que ésto tenga que ver con la izquierda sino con el típico puritanismo americano, el mismo que censura los pechos en las redes sociales, no precisamente por iniciativa del feminismo. Me parece que algunos ya no saben qué hacer en su campaña contra el gobierno, pues anda que no les queda nada.
Antes leí en Twitter un comentario de un hombre que se quejaba de que en Disney+, la película de Peter Pan había sufrido cambios en el doblaje. Parece ser que han cambiado algunos diálogos de Garfio para que, cuando insulta a Smee, sea menos "agresivo". Me extrañaba, pero acabo de comprobarlo y es verdad.
Por ejemplo, en la escena en la que Garfio interroga a Tigrilla y acaba perseguido por el cocodrilo, cuando le dice a Smee "rápido, al barco. Rema, imbécil", lo han cambiado por algo así como "rápido, al barco. Vamos al barco". Y cuando Garfio está con el catarro y Smee le pone agua caliente hasta reventar, en el doblaje de toda la vida dice "ven aquí, pedazo de imbécil", y en Disney+ dice "ven aquí, pedazo de albóndiga". Eso podéis comprobarlo en cualquier copia que tengáis de Peter Pan, ya sea en DVD o Blu-ray (o incluso VHS). Ninguna edición física ha sufrido tal mutilación.
El doblaje es el mismo, pero han cambiado (mutilado) esas partes en concreto con una voz que se nota completamente diferente para ser menos "ofensivo". Que yo creo que llamar a una persona gordita "albóndiga" es más ofensivo que llamarla "imbécil", pero bueno... No he visto la película completa, solo he puesto aquellas partes que recordaba en las que Garfio insultaba a Smee, pero ahora me pregunto si habrá algún cambio más y no solo en esta, sino en cualquier otro clásico de la compañía.
Una vergüenza.
neofonta escribió:En El fin de los días, cuando el demonio se acuesta con la mujer y la hija del lacayo, en el cine las 2 se acaban "fusionando" y Satán tan contento. Ahora en todas las reposiciones que han echado nunca han dado la escena completa.
orioloriol escribió:fusco escribió:No creo que ésto tenga que ver con la izquierda sino con el típico puritanismo americano, el mismo que censura los pechos en las redes sociales, no precisamente por iniciativa del feminismo. Me parece que algunos ya no saben qué hacer en su campaña contra el gobierno, pues anda que no les queda nada.
Exacto, relacionar a Netflix o Disney con la izquierda progresista es de risa
fusco escribió:No creo que ésto tenga que ver con la izquierda sino con el típico puritanismo americano, el mismo que censura los pechos en las redes sociales, no precisamente por iniciativa del feminismo. Me parece que algunos ya no saben qué hacer en su campaña contra el gobierno, pues anda que no les queda nada.
dark_hunter escribió:fusco escribió:No creo que ésto tenga que ver con la izquierda sino con el típico puritanismo americano, el mismo que censura los pechos en las redes sociales, no precisamente por iniciativa del feminismo. Me parece que algunos ya no saben qué hacer en su campaña contra el gobierno, pues anda que no les queda nada.
El neopuritanismo de la izquierda ya lleva varios años instaurado en España, especialmente desde los sectores feministas.
32_Años_De_Hipoteca escribió: Que yo creo que llamar a una persona gordita "albóndiga" es más ofensivo que llamarla "imbécil", pero bueno...
Kesil escribió:neofonta escribió:En El fin de los días, cuando el demonio se acuesta con la mujer y la hija del lacayo, en el cine las 2 se acaban "fusionando" y Satán tan contento. Ahora en todas las reposiciones que han echado nunca han dado la escena completa.
Pues yo la vi hace poco en algún canal de Movistar+ (Canal Hollywood, creo - la suelen emitir de vez en cuando) y ahí estaba, con su canción de Limp Bizkit.
Hablando de M+, lo que sí he notado son los cortes que Cartoon Network ha metido en su contenido VOD cuando ofrece Hora de Aventuras. En muchos de estos casos, el asunto acaba a lo Dragon Ball Z, con censura inicial, secundaria y la proveniente de Cartoon Network UK.
baronluigi escribió:Resulta que la escena de Regreso al futuro 2, en donde Marty encuentra una revista para adultos, dentro de lo que él cree que es un almanaque
Azulmeth escribió:orioloriol escribió:fusco escribió:No creo que ésto tenga que ver con la izquierda sino con el típico puritanismo americano, el mismo que censura los pechos en las redes sociales, no precisamente por iniciativa del feminismo. Me parece que algunos ya no saben qué hacer en su campaña contra el gobierno, pues anda que no les queda nada.
Exacto, relacionar a Netflix o Disney con la izquierda progresista es de risa
No engañáis a nadie ya.
jnderblue escribió:baronluigi escribió:Resulta que la escena de Regreso al futuro 2, en donde Marty encuentra una revista para adultos, dentro de lo que él cree que es un almanaque
Yo le he puesto como 20 veces esta película a mi sobrino, que es su favorita, y te puedo asegurar que la escena esa siempre ha estado completa y sin ningún tipo de censura.
orioloriol escribió:Cuál es el supuesto engaño?
Azulmeth escribió:orioloriol escribió:Cuál es el supuesto engaño?
Que es la izquierda mundial la que abandera causas de este tipo. Cosificación de la mujer, cambiar razas de personajes para cumplir ciertos cánones, diálogos flowerpower, etc etc. (sí, desde luego que el puritanismo americano contamina la génesis de estos movimientos)
Disney, como empresa capitalista, intenta aprovechar ese tirón. Pero es la izquierda global la que está abanderando estas causas de la interseccionalidad, feminismo, cosificación, etc.
Por eso digo, que es hilarante intentar desvincular una cosa de la otra. Que ya a poca gente se la puede engañar.
NARTONIC escribió:Cada vez estamos más cerca del futuro de Demolition Man
32_Años_De_Hipoteca escribió:En Peter Pan han suavizado los dialogos de Garfio:Antes leí en Twitter un comentario de un hombre que se quejaba de que en Disney+, la película de Peter Pan había sufrido cambios en el doblaje. Parece ser que han cambiado algunos diálogos de Garfio para que, cuando insulta a Smee, sea menos "agresivo". Me extrañaba, pero acabo de comprobarlo y es verdad.
Por ejemplo, en la escena en la que Garfio interroga a Tigrilla y acaba perseguido por el cocodrilo, cuando le dice a Smee "rápido, al barco. Rema, imbécil", lo han cambiado por algo así como "rápido, al barco. Vamos al barco". Y cuando Garfio está con el catarro y Smee le pone agua caliente hasta reventar, en el doblaje de toda la vida dice "ven aquí, pedazo de imbécil", y en Disney+ dice "ven aquí, pedazo de albóndiga". Eso podéis comprobarlo en cualquier copia que tengáis de Peter Pan, ya sea en DVD o Blu-ray (o incluso VHS). Ninguna edición física ha sufrido tal mutilación.
El doblaje es el mismo, pero han cambiado (mutilado) esas partes en concreto con una voz que se nota completamente diferente para ser menos "ofensivo". Que yo creo que llamar a una persona gordita "albóndiga" es más ofensivo que llamarla "imbécil", pero bueno... No he visto la película completa, solo he puesto aquellas partes que recordaba en las que Garfio insultaba a Smee, pero ahora me pregunto si habrá algún cambio más y no solo en esta, sino en cualquier otro clásico de la compañía.
Una vergüenza.
Fuente: Mubis
orioloriol escribió:Azulmeth escribió:orioloriol escribió:Cuál es el supuesto engaño?
Que es la izquierda mundial la que abandera causas de este tipo. Cosificación de la mujer, cambiar razas de personajes para cumplir ciertos cánones, diálogos flowerpower, etc etc. (sí, desde luego que el puritanismo americano contamina la génesis de estos movimientos)
Disney, como empresa capitalista, intenta aprovechar ese tirón. Pero es la izquierda global la que está abanderando estas causas de la interseccionalidad, feminismo, cosificación, etc.
Por eso digo, que es hilarante intentar desvincular una cosa de la otra. Que ya a poca gente se la puede engañar.
Claro, la malvada izquierda lleva años manifestándose pidiendo diversidad y la no cosificación de la mujer (cosas que para algunos son el demonio) y quitar una revista porno de Regreso al futuro o que le tapen el culo a alguien es lo mismo. Pobres Disney y Netflix, que se han visto obligados a hacer estas cosas que pedía medio mundo.
Azulmeth escribió:orioloriol escribió:Azulmeth escribió:
Que es la izquierda mundial la que abandera causas de este tipo. Cosificación de la mujer, cambiar razas de personajes para cumplir ciertos cánones, diálogos flowerpower, etc etc. (sí, desde luego que el puritanismo americano contamina la génesis de estos movimientos)
Disney, como empresa capitalista, intenta aprovechar ese tirón. Pero es la izquierda global la que está abanderando estas causas de la interseccionalidad, feminismo, cosificación, etc.
Por eso digo, que es hilarante intentar desvincular una cosa de la otra. Que ya a poca gente se la puede engañar.
Claro, la malvada izquierda lleva años manifestándose pidiendo diversidad y la no cosificación de la mujer (cosas que para algunos son el demonio) y quitar una revista porno de Regreso al futuro o que le tapen el culo a alguien es lo mismo. Pobres Disney y Netflix, que se han visto obligados a hacer estas cosas que pedía medio mundo.
Repito, que no engañáis a nadie ya.
orioloriol escribió:Azulmeth escribió:orioloriol escribió:
Claro, la malvada izquierda lleva años manifestándose pidiendo diversidad y la no cosificación de la mujer (cosas que para algunos son el demonio) y quitar una revista porno de Regreso al futuro o que le tapen el culo a alguien es lo mismo. Pobres Disney y Netflix, que se han visto obligados a hacer estas cosas que pedía medio mundo.
Repito, que no engañáis a nadie ya.
Nada entonces. Detrás de las grandes multinacionales está la izquierda maligna.
La revista Marketing Week preguntó explícitamente al citado director de Gillette si creía que tal anuncio había influido en las pérdidas milmillonarias de su empresa. Al fin y al cabo, muchos llamaron a boicotearla por transmitir una imagen tan lóbrega de lo masculino. La respuesta de Gary Coombe resultó sorprendente desde la lógica del viejo capitalismo: no le importaba, si así había sido, perder ese dinero. Le parecía un “precio que merecía la pena pagar”. Creo que con esto vislumbramos una primera cara del capitalismo moralista: sus altos directivos ya no solo se ocupan de hacer ganar dinero a su firma. Ahora tienen además un mensaje moral que transmitirnos a todos.
(Sobre James Damore) Pero se equivocaba. Google le despidió fulminante “por perpetuar los estereotipos de género”. La peripecia está a día de hoy en los tribunales, pero aquí no nos interesa su significado jurídico, sino el cultural: una empresa despide a un magnífico empleado (había ascendido dos veces seguidas en sus dos primeros años de contrato) solo porque no coincide con la moral que defienden sus dueños. El viejo capitalismo en el que bastaba ser rentable a tu empresa ha dejado paso a otro: un capitalismo en el que además debes coincidir con tus jefes en lo que ellos piensen acerca del bien y del mal.
Un tercer suceso, también reciente, puede corroborar esta impresión. En marzo de 2016 el estado de Carolina del Norte aprobó una ley que obligaba a sus habitantes a usar los servicios higiénicos correspondientes al sexo que figurara en su certificado de nacimiento. Pero, independientemente de si uno está a favor o en contra de tal legislación (y ya he aclarado que yo ando más bien en contra), resulta estruendosa la tempestad empresarial que se desató tras su promulgación. Más de ochenta altos ejecutivos de compañías como Apple, United Airlines, Bank of America o Goldman Sachs firmaron inmediatamente una carta que instaba al gobernador de Carolina del Norte a derogar tal ley. PayPal y CoStar Group anularon sus planes de abrir nuevos centros de operaciones en tal estado; la NBA y el baloncesto universitario, los de jugar allí varios partidos; el cine y la televisión, los de rodar allí. En total, la revista Forbes calculó que la ley de marras costó, en solo siete meses, 600 millones de dólares a los norcarolinos.
Se trata también de un capitalismo en que si la democracia aprueba una ley que disguste a la sensibilidad moral de las grandes empresas, estas poseen el poder de revertir semejantes decisiones del pueblo. Y es un poder que están dispuestas a ejercer.
unilordx escribió:orioloriol escribió:Azulmeth escribió:
Repito, que no engañáis a nadie ya.
Nada entonces. Detrás de las grandes multinacionales está la izquierda maligna.
Maligna no, moralista. Son las nuevas señoras Lovejoy con su "y es que nadie piensa en los niños!". 0 diferencias con el One Million Moms, excepto lo más importantes, que al contrario que a estas a ellos les toman muy en serio. Este artículo siempre me gusta porque muestra muy bien ejemplo muy claros que tienen como sujeto multinacionales.
Nos adentramos en un nuevo tipo de capitalismo: el capitalismo moralistaLa revista Marketing Week preguntó explícitamente al citado director de Gillette si creía que tal anuncio había influido en las pérdidas milmillonarias de su empresa. Al fin y al cabo, muchos llamaron a boicotearla por transmitir una imagen tan lóbrega de lo masculino. La respuesta de Gary Coombe resultó sorprendente desde la lógica del viejo capitalismo: no le importaba, si así había sido, perder ese dinero. Le parecía un “precio que merecía la pena pagar”. Creo que con esto vislumbramos una primera cara del capitalismo moralista: sus altos directivos ya no solo se ocupan de hacer ganar dinero a su firma. Ahora tienen además un mensaje moral que transmitirnos a todos.
(Sobre James Damore) Pero se equivocaba. Google le despidió fulminante “por perpetuar los estereotipos de género”. La peripecia está a día de hoy en los tribunales, pero aquí no nos interesa su significado jurídico, sino el cultural: una empresa despide a un magnífico empleado (había ascendido dos veces seguidas en sus dos primeros años de contrato) solo porque no coincide con la moral que defienden sus dueños. El viejo capitalismo en el que bastaba ser rentable a tu empresa ha dejado paso a otro: un capitalismo en el que además debes coincidir con tus jefes en lo que ellos piensen acerca del bien y del mal.
Un tercer suceso, también reciente, puede corroborar esta impresión. En marzo de 2016 el estado de Carolina del Norte aprobó una ley que obligaba a sus habitantes a usar los servicios higiénicos correspondientes al sexo que figurara en su certificado de nacimiento. Pero, independientemente de si uno está a favor o en contra de tal legislación (y ya he aclarado que yo ando más bien en contra), resulta estruendosa la tempestad empresarial que se desató tras su promulgación. Más de ochenta altos ejecutivos de compañías como Apple, United Airlines, Bank of America o Goldman Sachs firmaron inmediatamente una carta que instaba al gobernador de Carolina del Norte a derogar tal ley. PayPal y CoStar Group anularon sus planes de abrir nuevos centros de operaciones en tal estado; la NBA y el baloncesto universitario, los de jugar allí varios partidos; el cine y la televisión, los de rodar allí. En total, la revista Forbes calculó que la ley de marras costó, en solo siete meses, 600 millones de dólares a los norcarolinos.
Se trata también de un capitalismo en que si la democracia aprueba una ley que disguste a la sensibilidad moral de las grandes empresas, estas poseen el poder de revertir semejantes decisiones del pueblo. Y es un poder que están dispuestas a ejercer.
Ya no necesitan quejas y manifestaciones, porque esas ideas han permeado en los de arriba.
zero_ escribió:La versión inclusiva del principito os vale?
angelillo732 escribió:zero_ escribió:La versión inclusiva del principito os vale?
Eso que tiene de malo? Solo es una versión más.
orioloriol escribió:unilordx escribió:orioloriol escribió:
Nada entonces. Detrás de las grandes multinacionales está la izquierda maligna.
Maligna no, moralista. Son las nuevas señoras Lovejoy con su "y es que nadie piensa en los niños!". 0 diferencias con el One Million Moms, excepto lo más importantes, que al contrario que a estas a ellos les toman muy en serio. Este artículo siempre me gusta porque muestra muy bien ejemplo muy claros que tienen como sujeto multinacionales.
Nos adentramos en un nuevo tipo de capitalismo: el capitalismo moralistaLa revista Marketing Week preguntó explícitamente al citado director de Gillette si creía que tal anuncio había influido en las pérdidas milmillonarias de su empresa. Al fin y al cabo, muchos llamaron a boicotearla por transmitir una imagen tan lóbrega de lo masculino. La respuesta de Gary Coombe resultó sorprendente desde la lógica del viejo capitalismo: no le importaba, si así había sido, perder ese dinero. Le parecía un “precio que merecía la pena pagar”. Creo que con esto vislumbramos una primera cara del capitalismo moralista: sus altos directivos ya no solo se ocupan de hacer ganar dinero a su firma. Ahora tienen además un mensaje moral que transmitirnos a todos.
(Sobre James Damore) Pero se equivocaba. Google le despidió fulminante “por perpetuar los estereotipos de género”. La peripecia está a día de hoy en los tribunales, pero aquí no nos interesa su significado jurídico, sino el cultural: una empresa despide a un magnífico empleado (había ascendido dos veces seguidas en sus dos primeros años de contrato) solo porque no coincide con la moral que defienden sus dueños. El viejo capitalismo en el que bastaba ser rentable a tu empresa ha dejado paso a otro: un capitalismo en el que además debes coincidir con tus jefes en lo que ellos piensen acerca del bien y del mal.
Un tercer suceso, también reciente, puede corroborar esta impresión. En marzo de 2016 el estado de Carolina del Norte aprobó una ley que obligaba a sus habitantes a usar los servicios higiénicos correspondientes al sexo que figurara en su certificado de nacimiento. Pero, independientemente de si uno está a favor o en contra de tal legislación (y ya he aclarado que yo ando más bien en contra), resulta estruendosa la tempestad empresarial que se desató tras su promulgación. Más de ochenta altos ejecutivos de compañías como Apple, United Airlines, Bank of America o Goldman Sachs firmaron inmediatamente una carta que instaba al gobernador de Carolina del Norte a derogar tal ley. PayPal y CoStar Group anularon sus planes de abrir nuevos centros de operaciones en tal estado; la NBA y el baloncesto universitario, los de jugar allí varios partidos; el cine y la televisión, los de rodar allí. En total, la revista Forbes calculó que la ley de marras costó, en solo siete meses, 600 millones de dólares a los norcarolinos.
Se trata también de un capitalismo en que si la democracia aprueba una ley que disguste a la sensibilidad moral de las grandes empresas, estas poseen el poder de revertir semejantes decisiones del pueblo. Y es un poder que están dispuestas a ejercer.
Ya no necesitan quejas y manifestaciones, porque esas ideas han permeado en los de arriba.
Es que antes las grandes empresas no tenían convicciones morales? O es que antes si alguien era defensor de las minorías o mujeres podía escalar mucho en el poder? (Uso este ejemplo porque es de lo que estamos hablando, pero me imagino que habrían otras barreras ideológicas). La sociedad avanza, y como parte de la sociedad las empresas y sus directivos, si quieren tener buena imagen y ganar dinero, deben ir en el mismo camino. Está claro que a veces hay gente que se pasa de frenada, y lo de esta noticia es prueba de ello, (casi) nadie lo ha pedido y (casi) nadie estará de acuerdo. Los tiempos cambian y hay ciertos comportamientos que por tener interiorizados no nos chirrían, pero eso no significa que no estuvieran ahí de buen principio.
zero_ escribió:angelillo732 escribió:zero_ escribió:La versión inclusiva del principito os vale?
Eso que tiene de malo? Solo es una versión más.
Es como asumir que la versión original tiene algo negativo.
angelillo732 escribió:zero_ escribió:angelillo732 escribió:
Eso que tiene de malo? Solo es una versión más.
Es como asumir que la versión original tiene algo negativo.
Pues no se por que iba a ser así, hacer una versión distinta no tiene nada que ver con denostar la original, se hace con muchísimas otras obras.
unilordx escribió:orioloriol escribió:unilordx escribió:
Maligna no, moralista. Son las nuevas señoras Lovejoy con su "y es que nadie piensa en los niños!". 0 diferencias con el One Million Moms, excepto lo más importantes, que al contrario que a estas a ellos les toman muy en serio. Este artículo siempre me gusta porque muestra muy bien ejemplo muy claros que tienen como sujeto multinacionales.
Nos adentramos en un nuevo tipo de capitalismo: el capitalismo moralista
Ya no necesitan quejas y manifestaciones, porque esas ideas han permeado en los de arriba.
Es que antes las grandes empresas no tenían convicciones morales? O es que antes si alguien era defensor de las minorías o mujeres podía escalar mucho en el poder? (Uso este ejemplo porque es de lo que estamos hablando, pero me imagino que habrían otras barreras ideológicas). La sociedad avanza, y como parte de la sociedad las empresas y sus directivos, si quieren tener buena imagen y ganar dinero, deben ir en el mismo camino. Está claro que a veces hay gente que se pasa de frenada, y lo de esta noticia es prueba de ello, (casi) nadie lo ha pedido y (casi) nadie estará de acuerdo. Los tiempos cambian y hay ciertos comportamientos que por tener interiorizados no nos chirrían, pero eso no significa que no estuvieran ahí de buen principio.
Si las tenían, pero lo importante era ser rentable, y no la moral (o moralina) de los que decidían. Aquí estamos viendo el ejemplo contrario con Guillette, que no les ha importado perder dinero y dañar su marca, ni creen que haya sido una mala decisión.