Ayer en la votación en el Congreso para renovar el Estado de Alarma, se retrataron claramente los partidos independentistas en general.
No quieren apoyar al Gobierno. Tampoco pueden votar en contra porque se volvería contra ellos. Así que se abstienen.
Cada vez queda más claro que no sirven básicamente para nada salvo para estorbar.
En momentos tan duros como éstos, es bueno tomar nota sobre el comportamiento de la gente.
Creo que hasta los catalanes que se sientan independentistas deben estar en este momento pensando que no se merecen tener políticos tan malos y no sólo malos sino malas personas.