Para mí, la clave no es ser más o menos inteligente, como afirman algunos, sino las ganas que tengas de que algo sea verdad.
El que no cree en el más allá es posible que tampoco tenga muchas ganas de averiguarlo, y por tanto está mucho más protegido ante estos timos que un creyente; pero, si a esa misma persona le vuelven locos los ferraris (por ejemplo), y le ofrecen un Ferrari tirado de precio que resulta ser un timo es muy posible que caiga y lo compre; y si no cae puede ser porque ya fuera timado anteriormente; no creo que abunde la gente que nunca haya caído en un timo o similar cuando le han tocado su fibra sensible.
Creyente para mi no es sinónimo de crédulo, pardillo o iluso; un creyente puede ser alguien con muchas ganas de vivir y perdurar, y esas ganas le conducen a creer que puede perdurar más allá de la vida; lo veo una cosa de lo más comprensible, y para nada me parece una idiotez; luego, es cierto que esa persona puede ser más vulnerable ante este tipo de timos si no se protege bien, pero del mismo modo que otras personas con otras inclinaciones lo son ante otros timos o engaños, como en el ejemplo que he puesto antes.
En mi casa ponen habitualmente el programa, y os aseguro que las personas que lo ven y creen parcialmente en el tema son más inteligentes que yo en muchos aspectos, pero sin embargo el más incrédulo soy yo.
Me hace gracia cuando la señora esta, en plena sesión, suele mirar al infinito y le decirle "Come on!" al espíritu, para que supuestamente le diga mas cosas; supongo que en esos momentos estará tratando de recordar lo leído.