El que podría ser el último intento de la FTC para impedir la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft, no ha llegado a buen puerto. Esta es la segunda vez en una semana que el regulador estadounidense pierde en los tribunales.
El pasado martes la juez federal Jacqueline Scott Corley
rechazó la medida cautelar que había pedido la FTC para impedir que Microsoft cerrase la compra de Activision Blizzard, una decisión que el regulador presidido por Lina Khan
apeló. Este movimiento llevó el caso ante la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito, que ahora le
ha negado a la FTC su solicitud para extender la orden de restricción temporal (TRO, por sus siglas en inglés) que hasta esta mañana (hora peninsular española) impedía que Microsoft cerrase la compra de Activision Blizzard.
Microsoft ha dado la bienvenida a la rápida respuesta de la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito de rechazar la petición de la FTC “para retrasar aún más el acuerdo”. “Esto nos acerca un paso más a la línea de meta de esta maratón global de revisiones regulatorias”, dice Brad Smith, presidente de Microsoft, en una declaración enviada a The Verge.
A pesar de que Microsoft es libre de cerrar la compra de Activision Blizzard, es posible que aún no lo haga. Por un lado, el acuerdo sigue enfrentándose a un juicio antimonopolio en Estados Unidos, un caso que ha quedado muy tocado después de que FTC haya perdido en dos ocasiones en los tribunales, y por otro tenemos el bloqueo en el Reino Unido. Esta semana la CMA y Microsoft acordaron
pausar su batalla legal para estudiar cómo se podría modificar el acuerdo de compra para abordar las preocupaciones del regulador sobre los juegos en la nube.
La CMA ha recordado que las propuestas de Microsoft podrían dar lugar a una nueva investigación, y que las conversaciones aún se encuentran en una fase temprana. Fuentes de
Bloomberg afirman que Microsoft estaría considerando deshacerse de su negocio de juegos en la nube en el Reino Unido.
Por otro lado, cuando Microsoft y Activision Blizzard anunciaron el acuerdo de compra se autoimpusieron el 18 de julio de 2023 como fecha límite para cerrar el acuerdo. Si esta cláusula no se cumple, Microsoft podría tener que renegociar los términos de la operación o pagar 3.000 millones de dólares por no haber completado la compra. Otra opción es que ambas compañías decidan extender la fecha límite.
Fuente: The Verge