Este viernes los agentes del cuerpo de policía de Texas han tomado la que se cree una medida sin precedentes en Estados Unidos, al utilizar un robot destinado a desactivar bombas para eliminar a uno de los sospechosos del
tiroteo que tuvo lugar en Dallas la pasada noche. Las autoridades afirman que tomaron esta decisión una vez las negociaciones con el francotirador habían fracasado.
“No vimos ninguna otra opción que utilizar nuestro robot y colocar un artefacto para que detonara donde estaba el sospechoso”, dijo David Brown, jefe de policía de Dallas a la prensa. “Las otras opciones habrían expuesto a nuestros oficiales a un gran peligro. El sospechoso ha fallecido como consecuencia de la detonación de la bomba”.
Varios
expertoscreen que esta es la
primera vez que se utiliza un robot de desactivación de explosivos de esta manera en suelo estadounidense. Estos robots controlados de forma remota se emplean en trabajos de observación y desmantelamiento de artefactos explosivos. Algunos están equipados con intercomunicadores e incluso cámaras para permitir a la policía negociar con los sospechosos sin exponerse. Cuando se utiliza para la detonación de bombas, a menudo se emplea un pequeño explosivo que activa la potencial bomba. En cualquier caso, siempre están controlados por un humano.
Robot MARCbot extendiendo su cámara en busca de artefactos explosivos. El experto en tecnología militar
Peter W. Singer ha comentado desde su cuenta de Twitter que las tropas estadounidenses en Iraq ya habían utilizado sus propios robots de desactivación de explosivos de esta manera. En esa situación lo que hacían era mandar un
MARCbot con una Claymore hacia un lugar donde sospechaban que podrían ser víctimas de una emboscada, y si encontraba a algún enemigo activaban la mina antipersona.
Más allá de las cuestiones éticas a las que se tiene que enfrentar el departamento de policía de Dallas, este incidente plantea una serie de reflexiones, incluyendo la utilidad de estos robots como una herramienta de negociación. Ahora los sospechosos los podrían ver como potenciales asesinos y no como un instrumento para hablar con la policía.
También se puede dudar sobre la seguridad de la comunicación entre el robot y el control remoto o si existe el peligro de que la bomba explote de forma prematura. El debate, que hasta ahora era bastante tibio al tratarse de drones operando y eliminando objetivos en países extranjeros, se transforma en doméstico para una de las democracias más grandes del planeta.
Fuente: The Verge