Jur...
Internet y el P2P son medios de difusión cultural sin parangón.
Permitir e incluso fomentar el uso del P2P no tiene porqué estar reñido con los intereses de la industria... algo que tanto parte de un lado como de otro parecen empeñados en hacer que sí lo parezca.
Descargar películas películas y discos no impide ni física ni mentalmente a nadie ir al cine, alquilar DVD-Video en el videoclub, utilizar los servicios de PPV para ver una película, comprar discos o ir a un concierto.
Es un tema de educación, sentido común y de equilibrio de derechos por parte de todos: la industria y el poder ejecutivo y legislativo no deben obcecarse en imponer el "pago por todo" o la prohibición per se... al igual que los usuarios/consumidores no deben imponer una postura de "todo gratis y barra libre" per se.
Con todo esto, lo que quiero decir es que estoy en contra tanto de quienes quieren descargar todo lo que quieran sin ninguna contraprestación sin alquilar una película, ir al cine o comprar un DVD-Video... como quienes quieren imponer a toda costa el pago/contraprestación económica a todo y bloquear toda posibilidad de transmisión que no pase por caja.
Por ejemplo, quien descarga 20 películas en casa puede comprar cuatro o cinco en un año, ir cinco veces al cine, y comprar unos cuantos discos.
¿Donde está el problema?
En que, tal y como apuntan los comentarios (enlazados y comentados) de la nueva ministra, la balanza no es equilibrada... y se equilibra hacia el lado económico y más extremista en defensa de la industria/creadores.
Estaría igual de mal, a mi entender, que se inclinara con igual intensidad hacia el lado contrario ("barra libre de descargas")... pero la decisión que el presidente del Gobierno ha tomado es una defensa a ultranza de los intereses de la industria ¿Cultural? española.
Digo ¿cultural? porque , y siguiendo con las declaraciones de la ahora ministra, la defensa del Cine español es defender los intereses económicos de esta industria.
El autor es un trabajador único dentro del ámbito laboral: por una parte, es un creador, y por otra parte, es el propietario (salvo en caso de cesión, por ejemplo), de unos derechos de autor.
Creo que nadie está en contra de los autores/creadores, ni debería estarlo; gracias a ellos, todos podemos disfrutar (o sufrir, depende de la que sea) de una película, escuchar música, o echar una partida online gracias al videojuego de moda.
Igualmente, los propietarios de los derechos de autor (muchas veces los propios autores... otras veces no) defienden sus intereses. Están en su derecho (nunca mejor dicho)... pero ¿hasta que punto tiene derecho de poner ellos y la industria el límite?
No olvidemos que sus derechos culturales parten de que su obra son cultura, y la cultura debe ser un patrimonio del que todos puedan disfrutar. Eso no significa que la cultura deba ser gratis por decreto, pero tampoco que el ser autor o industria cultural sirva de patente de corso... y menos cuando parte de la actividad cultural de la que estamos tratando esté más cerca del puro espectáculo y el entretenimiento para generar dinero.
Es un tema complejo, pero con solución, en el que se pueden llegar a acuerdos, a un punto intermedio en el que todos podemos perder algo, pero seguro que vamos a ganar mucho.
Las miradas de todas las partes implicadas (desde los internautas hasta la industria, pasando por el poder ejecutivo y legislativo) deberían orientarse hacia los puntos positivos que pueden traer determinados acuerdos... y no en posturas en lo que parece ser una estrategia de "a ver quien cede primero", tanto por parte de internautas, gobierno, cámaras legislativas y la propia industria.
Los internautas defienden sus derechos; la industria defiende sus derechos; los autores defienden sus derechos. Así debe ser, y es como se consiguen/exponen la cosas... pero espero que ninguna imponga abruptamente sus derechos sobre el resto (algo que con este nombramiento ministerial da esa impresión).
Como decía antes, es un tema complicado; no creo que nadie tenga a día de hoy, y menos con las posturas sordas e intolerantes (no todas son así) que hay en todos los bandos, una solución eficaz a corto plazo.
Lo que sí espero es que quien descargue una película no deje de ir al cine o alquilar/comprar de vez en cuando un DVD-Video, que quien descargue una decena de MP3 no deje de comprar ese CD de su grupo favorito, que las redes de banda ancha tengan cada vez más capacidad, que los autores defiendan sus creaciones y la calidad de las mismas, y que la industria cultural y los propietarios de los derechos puedan seguir ganando dinero.
No tiene porqué ser de otra manera... ni tampoco que alguno de estos actores, todos ellos principales, fuera sacrificado en el camino.
Un saludo.