soulkeeperIII escribió:@Esog Enaug, si todo eso lo veo correcto pero en mi caso más cercano aparte de mi que fue mi padre que padecía Alzheimer de grado 3 y que el pobre ya no entendía nada tenía que tomar varias pastillas y era un martirio dárselas. El las masticaba y la peste y el amargor que le salía de la boca era inhumano. En esos casos en los que la persona ya no sabe ni lo que toma ni porqué se lo ha de tomar tanto cuesta darle un sabor como eso que dices, la apiretal?.
Lo siento mucho.
Esos casos son más complicados. Muchos comprimidos y casi todas las cápsulas hay que tragarlas enteras, puesto que muchos principios activos se descomponen en el ácido del estómago, y, por lo tanto, no se presta atención al sabor. O sí, y por eso se hace en cápsulas (se hace también con el paracetamol) que deben tragarse enteras.
En el caso de pacientes como tu padre (que mastican la medicación o no pueden tragar), lo ideal sería que el médico y el farmacéutico decidieran juntos teniendo en cuenta si el medicamento existe en jarabe, parches o se pudiera disolver. Pero muchos médicos ignoran esos "pequeños detalles" y van a lo fácil.
Hay que tener en cuenta que a veces la acción del fármaco se debe en gran medida a su integridad física. Suelen ser fórmulas de acción prolongada, retardada o modificada. Un ejemplo es Adiro (un anticoagulante) que es AAS (igual que la aspirina) pero que tarda unas 24 horas en disolverse en vez de los 30 segundos que tarda una aspirina. Si el Adiro se mastica o tritura no hace su efecto durante 24 horas, sino solo unas 6 - 8 y con mas efectos secundarios (la misma dosis en 6 horas implica concentraciones x4 que en 24 horas). Por "fortuna" tu padre no es un caso único y muchas medicaciones para Alzheimer, Parkinson, etc existen en parches o en jarabes o son solubles.
A mí, profesionalmente, me gustan los parches, por que evitan el momento de darles pastillas y por que es muy difícil que el cuidador se equivoque y ponga dos parches.
Pero es difícil encontrar una pauta fácil de administrar: suelen ser pacientes mayores polimedicados (además de lo suyo pueden tener hipertensión, diabetes, colesterol alto, etc) y no todo es compatible entre sí.