Estos días voy a su despacho y como hace escultura y tiene un autorretrato en forma de estatua, le he dicho: "te falta en ella el dulce que tanto te gusta que me dijiste" y al llevarlo preparado para dárselo sí o sí, y se lo puse directamente en su estatua.
Ella: "jjajajjajajj me lo comeré, muchas gracias!"
esta mañana estaba hablando con ella de algo y (parece) que se ha justificado conmigo por algo que no ha podido hacer.
ayer le envié un correo sobre algo que no tenía que ver con el trabajo, de algo que habíamos estado hablando con bastante cachondeo, y me dice (casi interrumpiendo lo qué le decía) que no había podido responderme porque (se supone) que los correos pueden ser leidos para ver lo qué ponen. No era nada malo solo una tonterías de algo de una afición común.
me parece que lo ha dicho y se ha justificado demasiado: algunas ni responden ni dicen por qué no lo ha hecho, ¿qué os parece?