Yo he llegado a hacerlo en el monte, en plena naturaleza.
Estábamos haciendo una ruta a pie y, cuando sentía que ya no podía aguantar más, les pedí pañuelos de papel (yo también tenía un paquete, pero más vale que sobre que no que falte), les dije que continuaran y que ya les alcanzaría. Me metí entre la vegetación y ale, más abono para los árboles cercanos. Mientras estaba en cuclillas hice un agujero en la tierra donde metí los pañuelos usados para echarle tierra por encima una vez acabé. Como había un riachuelo cerca, ahí me lavé las manos.
No tengo problemas en cagar en casas que no sean la mía. Luego con dejarlo todo igual que antes de entrar (excepto el olor), listos.