No me gusta hacer off-topic, nunca lo he hecho ni es mi estilo, pero creo que voy a hacer una excepción y voy a meterme en este berenjenal a pesar de que no me haga mucha gracia por tratarse de cuestiones de índole política. Y honestamente, hace muchísimos años que deje de prestarle atención a las luchas partidistas de cualquier ideología.
Vamos al fondo de la cuestión: haciendo uso de la entrada recogida en la propia pagina web de la RAE no deja lugar a dudas. La redacción es precisa, clara y tajante. Me cuesta pensar que haya tanta gente en este hilo, que de forma ingenua o inocente, intente hacernos pensar otra cosa totalmente opuesta y diferente.
Cito íntegramente el fragmento de la RAE:
Para designar la lengua común de España y de muchas naciones de América, y que también se habla como propia en otras partes del mundo, son válidos los términos castellano y español. La polémica sobre cuál de estas denominaciones resulta más apropiada está hoy superada. El término español resulta más recomendable por carecer de ambigüedad, ya que se refiere de modo unívoco a la lengua que hablan hoy cerca de cuatrocientos millones de personas. Asimismo, es la denominación que se utiliza internacionalmente (Spanish, espagnol, Spanisch, spagnolo, etc.). Aun siendo también sinónimo de español, resulta preferible reservar el término castellano para referirse al dialecto románico nacido en el Reino de Castilla durante la Edad Media, o al dialecto del español que se habla actualmente en esta región. En España, se usa asimismo el nombre castellano cuando se alude a la lengua común del Estado en relación con las otras lenguas cooficiales en sus respectivos territorios autónomos, como el catalán, el gallego o el vasco.
¿Qué es exactamente lo que genera confusión, dudas o interrogantes? Español de España, Francés de Francia, Alemán de Alemania, Italiano de Italia, Ruso de Rusia, Chino de China, etc. ¿Tal difícil es de entender?
¿Vosotros llamáis castellano al idioma español y no parisino al francés, prusiano al alemán o piamontés al italiano? Suena ridículo, ¿verdad? Probablemente, así alguno logre entender que tal vez sería conveniente no meter calzador político a la desesperada para llevarlo a su terreno. Vivo en un país que se llama España, y su sinónimo es español. No vivo en un lugar que se llama "Castellana", y, por ende, "Castellano".
La redacción del art.1 de la CE, haciendo alusión al término "castellano" colocando el español al mismo que el resto de lenguajes regionales es una aberración lingüística, histórica y política que vino de la mano del chantaje y la imposición de los postulados nacionalistas vascos y catalanes de uno de los Padres de la Constitución (Miguel Roca) que formó parte del proceso de elaboración de la CE.
Cuando se terminó el borrador final de la CE, se envió una copia a la sede de la RAE para que lo revisase detenidamente. Lo primero que dijo es que estaba totalmente en contra de utilizar el término "castellano" y situarlo al mismo nivel que el resto de lenguas regionales, claramente inferiores en historia, alcance, proyección y relevancia. Finalmente, se impuso el criterio político partidista y desde entonces llevamos décadas tragando con ese error monumental. De aquellos lodos estos polvos. Así quedo todo para la posteridad. Eso es todo. Si se hace hincapié en el uso del español no es precisamente por nimiedades patriotas o nacionalistas. Se están llevando a cabo muchas políticas desacertadas que están provocando graves consecuencias porque los políticos creen que les dan buena imagen.
Acabo ya y dejo por zanjado este asunto. Aquí, en España, hay demasiada gente que no vive con una ideología, sino que vive para su ideología. Desde luego tengo muy claro que viendo el panorama que tenemos en este país, se comprende así que nos vaya tan mal en tantos aspectos. Hay demasiada gente podrida por la política y empeñada en imponer su visión fanática de la vida a machetazos si hace falta. Ojalá algún día dejemos de lado estas disputas estériles e inútiles que no llevan a ninguna parte y que sobre todo, nos aleja de los grandes consensos que necesitamos para llevar a cabo la gran transformación política, social y económica que necesita el país.