Yo sí creo que buen guión es imprescindible para los FPS...los FPS son un género que por definición tienen una gran capacidad de inmersión, pero si la IA del juego es ridícula y los propios programadores te toman por estúpido incluyendo un guión que es una excusa para pegar tiros sin control, pierden muchos enteros.
...al menos a mí Doom 3 y Quake 4 me han parecido un señor mojón por estos dos aspectos.
...pienso que el futuro del género debería evolucionar a algo mucho más ambicioso que las simples ensaladas de tiros, por ejemplo un modo historia cooperativo a través del Live!, en el que los jugadores tienen que interactuar entre ellos, planificar estrategias o similar para superar las fases y avanzar en la trama podría ser uno de los caminos a seguir. ¿No sería genial jugar a un modo historia de Brothers in Arms a lo largo de varias semanas (incluso con la duración de una campaña real bélica, como la invasión de Normandía a lo largo del mes de julio) con jugadores humanos, en el que uno sea el jefe de pelotón y los demás tengan que ir cumpliendo las órdenes que éste les da para hacer flanqueos y derrotar a la CPU? Todo ello acompañado de detalles como una física realista, muertes ``definitivas´´ de los jugadores y comunicación por voz. Pienso que la cooperación es mucho más interesante que la competición por ver quién logra más frags.
...otro camino a seguir si se va a jugar en solitario es el que ha marcado HL2, dónde aparte de pegar tiros tienes que pasar enormes distancias a pie, resolviendo algún puzzle (no estoy diciendo que los FPS tengan que convertirse en aventuras gráficas, pero casi
) mientras tanto, interactuando con los NPC, manipulando el entorno...
...y luego está el camino de Halo, que ha apostado por un guión fuerte y unos personajes carismáticos como piedra angular, aparte de la dureza del sistema de juego que propone a la hora de combatir. Halo 2 ha sido uno de los pocos juegos que me han dado la sensación de tener una puesta en escena a la altura de la mejor de las películas, y creo que este camino es perfectamente válido. Los FPS pueden contar historias soberbias como cualquier otro género.
Pasa que, como siempre, las compañías optan por lo fácil y barato, ensaladas descafeinadas de tiros dónde lo más molón es hacerse con la ``big fucking gun´´ y cuya inmersión proviene de una ambientación llamativa que se diluye más rápidamente que un azucarillo. El género tiene infinitas posibilidades y está llamado a evolucionar y ser reconocido por todos, pero muy pocos quieren dar el paso.
Así va el videojuego.