Cabe decir que ya no voy a clase, con 30 años... y además, por lo que veo, han camiado mucho las cosas. El avance tecnológico ha sustituido según que actividades contra el aburrimiento.
En solitario me dedicaba a pintar los libros; los dejaba hechos un asco, bueno, eso para mi madre, para mí eran obras de arte...
Así en colectivo, pues no sé, el mosaico por ejemplo. Aprovechábamos cuando el preofesor estaba escribiendo en la pizarra, para levantar todos dos libros distintos, pero todos los mismos, formando un bonito mosaico. Cuando el profesor se giraba se encontraba con la estampita. Cabe decir que sólo se podía hacer con según que profesores.
El bingo. Los participantes tenían apuntados varios nombres de miembros de la clase. A la que el profesor decía uno de los nombres se tachaba; como el mismo bingo, vamos. El resto os lo podéis imaginar... si sabeís jugar bingo, claro.
No sé, ahora no se me ocurren más, pero la podíamos liar un poco. A ver si me acuerdo de alguna más y la cuento.
Salut!