Pues yo, lamentablemente, fui espectador de primera fila de todo, estaba en la estación cuando ocurrió todo. Afortunadamente, excepto un gran pitido constante durante los primeros días en los oídos, no tengo ninguna secuela física, y la verdad es que tampoco mental. Vamos, que siempre lo he llevabo bien. Tampoco vi nada grotesco, ni vi las explosiones directamente, solo las sentí (tanto el sonido como la onda expansiva que casi me tiró al suelo) así que por ese lado, tengo mucha suerte.
Eso si, recuerdo absolutamente todo lo que pasó en esos primeros minutos, exactamente los pasos que di, las cosas que vi, la gente con la que me crucé... las carreras, los gritos, el salir a la calle y no saber a donde ir ni que hacer... Lo recuerdo todo con una claridad que la verdad es que es sorprendente.