Una de las decisiones que más revuelo ha causado en la nueva generación de consolas ha sido
adjuntar Kinect junto a cada Xbox One. La maniobra de Microsoft encarece de forma notable su plataforma mientras que algunos usuarios no acaban de encontrar una utilidad inmediata para el periférico "obligatorio".
El director de
software de Rare, Andy Dennis, ha comentado este tema con la revista
Trusted Reviews. El desarrollador responsable de la serie Kinect Sports reconoce cómo el dispositivo podría alienar inicialmente a los jugadores más entusiastas, pero sostiene que Kinect forma parte integral de la apuesta de Xbox One.
Dennis dice: "Si eres un jugador puro, si solo compras la consola para videojuegos y solo quieres jugar a juegos con un mando, puedo entender por qué podrías cuestionar la relevancia de Kinect, al menos inicialmente", explicando además que la oferta de Xbox One difiere de la de PlayStation 4, que está centrada exclusivamente en juegos.
"Si lo miras en conjunto, si miras a Xbox como una oferta 'todo en uno' para el salón, debe tener contenido triple A, pero también tener reproducción multimedia y ofrecer juegos para una audiencia más casual. Creo que entonces la cámara empieza a cobrar sentido real", explica el miembro de Rare. "Si piensas en la importancia de la navegación de voz y también en el seguimiento del cuerpo y en el reconocimiento facial que estamos consiguiendo, tiene todo el sentido del mundo tener [a Kinect] dentro de la caja".
En Reino Unido (el país de origen de Rare) Xbox One aterrizó con un precio de 430 libras durante las primeras semanas para
bajar a 399,99 el pasado día 28 de febrero. En el país británico es posible conseguir una PlayStation 4 sin juegos a partir de 349 libras, presentando una diferencia de 50 libras con la plataforma de Microsoft aún con la rebaja del mes pasado.