Hola
@skynoxtComo he comentado antes, estos distribuidores retro acostumbran a ser empresas de una o dos personas. No tienen empleados en plantilla ya que esto ocasionaría costes fijos.
Se contrata a gente específica por proyecto específico, pero estos "especialistas" no son empleados de Retrobit ni pueden reclamar ser partr de la plantilla.
En mi caso concreto, para un proyecto la relación con la empresa fue un pacto de caballeros. No se firmó ningún contrato y simplemente se definió en un email lo que tenía que hacer y cuándo eran los plazos de entrega. Se me fue pagando por paypal a medida que iba entregando los deliverables hasta que mi trabajo concluyó, y con ello mi relación con esa empresa.
En otro proyecto, un juego que se publicó en Steam, ahí sí que hubo un "contrato" firmado donde se especificaba los derechos y obligaciones de ambas partes y una cláusula NDA para mantener en secreto el proyecto hasta que fuera publicado.
El contrato también establecía que todo el contenido que programara pasaba a ser propiedad de la empresa y luego podían hacer lo que quisieran (como por ejemplo, modificar el código o dárselo a otro programador para que lo editara o hiciera derivados). El contrato también establecía que aunque el código pasaba a ser propiedad de la empresa, yo podía usarlo siempre que no hubieran referencias a ese proyecto (por ejemplo reutilizar una dll o algún algoritmo)
En este proyecto también se me fue pagando por paypal a medida que iba entregando los plazos. En ningún momento emití ninguna factura, porque no soy autónomo y si emitiera factura me tocaría declararlo.
Desconozco si otros freelancers emitirán algun tipo de factura por los servicios, pero lo dudo, ya que por las cantidades que se pagan es preferible tenerlo en negro (y supongo que a empresas como Retrobit ya les va bien, porque al final son empresas pequeñas y no se hasta qué punto tramitan o declaran.
En mi caso nunca salió el tema de pedirme facturas y obviamente para mí, mejor que no saliera el tema.
Para responder a tu pregunta, la contratación de estos profesionales freelancers generalmente funciona por networking y contactos. Por ejemplo, la empresa necesita un artista en pixel art, pues o bien tiran de referencias o se van a algún foro o comunidad de pixel art y ponen un anuncio buscando a candidatos. En estos casos pueden salir varios candidatos y entonces la empresa tiene que seleccionar a quien le dé mejor feeling o mejores precios. Dependiendo del trabajo, pueden contratar a varios freelancers para la misma tarea, por ejemplo uno diseña unos personajes y otro diseña el resto de personajes.
En mi caso, fue por referencias de colegas que me puse en contacto con esas empresas. En otra ocasión la empresa me contactó para otro proyecto, pero como no tenía tiempo, les proporcioné el contacto de un amigo que acabó haciendo el proyecto.
En el caso del tema de Rod Merida, la cuestión radica en si firmó o no un contrato, y si este contrato establecía que el codigo debía ser original y creado de cero, o si no había tal cláusula.
Si había contrato y cierta cláusula, entonces Retrobit puede lanzar un ejército de abogados y pedir indemnizaciones considerables a Rod por incumplimiento de contrato y daños causados a Retrobit. En definitiva, que se le cae el pelo al Rod.
Si por el contrario, no había ningún contrato firmado, entonces Retrobit se come los mocos y tendrá que indemnizar a los afectados, ya sean clientes que pidan un reembolso o a los autores originales de las traducciones y el código de romhacking, suponiendo que éstos presenten una demanda a Retrobit.