El espectáculo del títere de EEUU, Guaidó, es lamentable. Una intentona golpista tras otra y siempre acaba corriendo a refugiarse. Ahora engañando a militares, que cuando se dan cuenta de la jugarreta le dejan solo, y los poquitos que se sumaron, pidiendo asilo político en embajadas extranjeras.
Mientras tanto, la prensa internacional y los políticos "políticamente correctos" del mundo le siguen apoyando incansablemente, tratando a este payaso como si fuera "el verdadero presidente de Venezuela". Todo esto es patético.
¿Acaso no hay países con situaciones mil veces peores en el mundo? ¿Por qué tanta fijación con Venezuela? Además, para colmo, resulta que la mayoría de sus males vienen, precisamente, de las sanciones y la incansable injerencia a de EEUU en el país. Luego tienen la inmensa cara dura de acusar al presidente Maduro de la situación de su país (la cual, por cierto, seguramente les importa un rábano, por mucho que finjan interés).