Este juego es superexigente y difícil de dominar, cada ataque enemigo tiene su forma de contrarrestar, pero claro tienes que hacerlo al instante y eso es lo jodido. Está claro que este juego no es para todo el mundo, pero para mi personalmente me motiva a querer dominar el combate porque tiene que ser una gozada jugar teniendo la destreza adecuada.
La diferencia entre este y los Souls es que aquí aparte de conocer los movimientos de los enemigos necesitas dominar el combate y tener los reflejos para reaccionar a cada ataque, golpear y esquivar no sirve para mucho, tienes que dominar el arte de la espada, por eso es a mi criterio más jodido que los Souls, pero también más motivante, al menos para mi.