Si la pelota caía al otro lado de un muro privado o algo así, o se perdía lejos, decíamos mucho lo de que fulanito 'guindó' la pelota. (Galicia)
De todas formas, la mayoría de las veces se decía simplemente que se quedó la pelota en el árbol, encajada en una rama, o que cayó a la finca del vecino. Lo en encalar y embarcar no lo he oído yo en la vida, hulio.