Sinceramente, y como amante empedernido de los survivals que el mismo OP comenta, creo que hasta cierto punto tiene razón y hasta cierto punto no.
En primer lugar, tengo que decir que es cierto que en esta generación los survival-horror están de capa caída tal y como los conocemos. En la 7ª gen. tuvimos una explosión de juegos a la Fatal Frame, Silent Hill (aunque no fueran tan buenos), Resident Evil (que no eran ya survivals, pero ahí están) y demás sagas que, habiéndoselas visto nacer en PS2 a la gran mayoría, estaban en la cima entre 2006 y 2012 en base a la ingente cantidad de continuaciones que veían la luz. Todo ésto sin contar con ideas como The Last of Us o Dead Island, por poner algunos ejemplos: ideas nuevas que inyectaban vida a otra forma de hacer juegos de terror.
No obstante, tengo que admitir también que si bien hay algo que se popularizó tanto que ya se hizo hasta vomitivo, fueron los FPS y TPS de tres al cuarto. TODOS querían parecerse a Gears of War o a Call of Duty. Al mercado Indie aún le faltaba un pasito para empezar a repuntar de verdad y las grandes empresas acababan de encontrar el tótem del billete fácil: el online de tiros para adolescentes o gente que no quiere calentarse mucho la cabeza (yo era más del segundo grupo, como consumidor). Pero eso no quita que otras empresas se decidieran a experimentar con ideas que ahora son la base de una forma asentada de hacer determinados tipos de juegos. El ejemplo claro: Penumbra dio lugar a Amnesia, y éste al terror en primera persona como lo conocemos a día de hoy.
Entonces, se podría decir que lo que tenemos en estos momentos es una evolución basada en la mezcla entre ideas innovadoras propuestas por los indies y estudios pequeños (y en algunos casos la nostalgia, por qué no), y el siguiente paso de lo que se vio en la 7ª generación, pero quitando lo que sobraba o hacía que el videojuego por aquel entonces se viera demasiado genérico.
En el momento de la generación que nos ocupa, debo decir que, si bien tenemos demasiados remasters y reboots (producto de la falta de ideas, totalmente), también se está pasando un poco la moda de la imposición del modelo "shooter fácil" o "juego de móvil", así como en su momento pasó cuando se acabó la moda de los party-games de Wii. De hecho, como poseedor de una PS4 y una 2DS, tengo que decir que el videojuego a día de hoy está quitándose las capas de mierda a la hora de dar lugar a ideas frescas y atractivas para el viejo jugador, y también para aquel recién llegado que quiere algo con contenido. Sin ir más lejos, el hecho de que tantos indies y juegos relativamente desconocidos estén saltando del PC a las store de Sony y Microsoft, o incluso que se puedan comprar en físico, son una clara muestra de que estamos abriendo un nuevo horizonte para entender y disfrutar el videojuego como algo más que "tiros y más tiros".
Todavía hay una corriente fuerte en torno al "triple A genérico", pero se está escindiendo en diferentes ramas que parecen entender que no todo se basa en poner un espectáculo pirotécnico scripteado cada 2 minutos de gameplay para que el juego merezca la pena de verdad. Y esa esperanza se ve respaldada por joyas como los Outlast, Alien: Isolation, Horizon Zero Dawn, Dying Light, Until Dawn, Bloodborne, Dark Souls, Divinity Original Sin, etc.
Quizás echemos de menos hitos como Silent Hill o el primer Metal Gear, pero también es cierto que nuestra memoria nos hace recordarlos con grandeza porque ha pasado el tiempo y hemos agrandado el prisma, hemos madurado. Dentro de otros diez años seremos capaces de reconocer los juegos que en este tiempo siguen haciendo del videojuego un arte cada vez más consagrad.
Pero la nostalgia nos puede, y está claro que la época de descubrimiento que se vivió con PSOne no la vamos a volver a vivir, por suerte o por desgracia, porque todo en la vida evoluciona. Y, sinceramente, me alegro de que de la 7ª a la 8ª generación haya habido tal cambio de mentalidad en el modelo de videojuego a seguir, porque me estaba hartando de tanta bala y tanto online.
(PD: no tengo fotos de patatas para poner, sorry)