Qué vivan los tíos lloricas!!
Yo hasta hace más o menos dos años no lloraba nunca, pero murió un conejo que adopté (enfermo) y cuidé como una mamá gorila (le dediqué trasnochadas, madrugones... en fin.) Desde eso lloro viendo pelis y la tele (Esta Casa Era Una Ruina...), la última peli que me hizo llorar fue "The Blindside", y hasta lloré viendo un Powerpoint donde hablaban de las madres.
Me he vuelto un sensiblón, pero qué bien me siento, cómo me desahogo, es más, creo que me he vuelto más amable y tó!
Así que... tú feliz, que le den a los machotes que no lloran aunque les estén picando el nabo con un cortauñas.