Fany era una maga de bajo nivel que estudiaba restauración en la escuela mágica de Hibernalia. No era especialmente poderosa pero era muy aplicada y apreciada por todos. Un día coincidió en una misión con la poderosa Lydida, de la que quedo terriblemente enamorada. En poco tiempo se hicieron amigas y compañeras de armas.
Cuando surgió la amenaza de un terrible dragón y Lydia se dispuso a salir con la partida de caza, Fany quiso acompañarla. Por más que Lydia le digiera una y otra vez que no estaba preparada para una misión de ese nivel, Fany estaba crecida gracias a las buenas notas en sus últimos exámenes en Hibernalia.
La misión fue un fracaso. El Dragón era un ser demasiado poderoso. Llegado a un punto, la partida de caza salió huyendo abandonando a su suerte a los rezagados. La pobre Fany quedó atrapada por el Dragón. Solo Lydia se quedó para intentar salvarla, inmovilizando al dragón mientras Fany lanzaba su recién aprendido conjuro Bola de Fuego acabando por error con la vida de ambos.
La vida de Fany quedó rota, vacía, negra... Consumida por el odio hacia los dragones, el rencor hacia los humanos que las abandonaron y superada por la culpa de su propia ineptitud juró vengarse de todos.
Hizo un pacto con el príncipe daedra Vaermina. Vendió su alma a cambio de un poder ilimitado (de ahí el powerlevel que le hice hasta conseguir magia de destrucción y alteración a coste 0
). Con este poder masacraría a todos los dragones de Tamriel con la ayuda de los desleales humanos. Su plan es usar su fachada de cara bonita para tratar y utilizar a los humanos para localizar y abatir a los dragones del mundo y después vengarse de la raza humana masacrando ciudades. Le encanta llevarse a compañeros a las profundidades de las cuevas y una vez ha completado la misión los traiciona y los asesina por la espalda.
Como todo el mundo sabe, toda magia tiene un precio, y la que le dio Vaermina no era precisamente barata. La princesa daèdrica Vaermina exige sacrificios humanos como tributo por lo que Fany, una vez al mes, tiene que colarse en casa de algún aldeano, de noche, para asesinarlo y robarle el alma.
Su método preferido suele ser usar el hechizo paralizar mientras la victima duerme en su cama, luego lo hechiza con el atrapa almas y lo quema vivo lentamente con el hechizo muro de fuego. Le encanta sentarse en una silla al lado de la víctima mientras observa en sus ojos, despiertos y paralizados, el horror de ser quemado vivo mientras ella recuerda los últimos momentos de Lydia. La gema del alma llena con el alma torturada de la pobre victima las coloca en un altar en honor a Vaermina que tiene en su guarida secreta… ya ha perdido la cuenta de cuantas gemas posee… 30? 50? Cientos? Ningún precio es caro si puede obtener su venganza así que… cerrar bien la puerta cuando os vayáis a dormir porque podéis recibir una visita inesperada