Bueno, terminado el Most Wanted al 100%. Como la otra vez, os dejo una reseña que he escrito en otro foro (originalmente sin nota). Ponerle nota me cuesta bastante, tengo muchas dudas. Pero teniendo en cuenta que cuando escribí el análisis en su día del Hot Pursuit le puse un 9...
Need for Speed: Most Wanted U: 7__________________
A estas alturas de la película, creo que no hay duda de que Criterion Games sabe hacer arcades de velocidad. Se coronaron con Burnout Paradise, y desde entonces, aquel fenomenal título ha influido en casi todos sus posteriores trabajos. Pusieron algo de Burnout en el primer
reboot de un Need for Speed, el Hot Pursuit de 2010. Pero es en este segundo, el Most Wanted, donde han dejado más su huella; algo que no gustó demasiado en las oficinas de EA, apartando al estudio de la saga.
Need for Speed: Most Wanted es un esfuerzo por dotar al jugador de la
máxima libertad en un título de coches. En cuanto empezamos, tendremos a nuestra disposición todos los coches, sólo tenemos que encontrarlos. Esto hace que podamos conducir sólo los coches que nos gustan, sin pasar por ese duro trámite que es hacer carreras con vehículos que no nos entusiasman.
La lista de vehículos es muy variada, pero insuficiente hoy día. Con sólo 41 automóviles se queda a años luz de los casi 200 de las entregas de Forza Horizon, por poner un ejemplo cercano.
La variedad de vehículos nos permitirá conducir vehículos como el monoplaza BAC Mono Más novedades vienen al descubrir que las carreras no tienen coches asociados, sino que son los coches los que tienen determinadas carreras asociadas. En total cinco, para ser exactos. No son cinco diferente para cada coche, sino que muchas se repiten. Así, el mismo evento puedes completarlo con un Lamborghini Gallardo, con un Porsche 911 o con un Aston Martin Vantage V12; tú decides cuál te gusta más.
Además, cada vehículo tiene una serie de
mejoras no estéticas (sólo afectan al rendimiento), que vamos desbloqueando con cada carrera.
La dificultad está muy bien medida, y normalmente tendremos que hacer uso de esas mejoras para poder vencer en las carreras más difíciles (a veces es necesario usar neumáticos 4x4, las marchas cortas…). Todo esto, que al principio puede parecer un desorden e incluso llegar a abrumar, es muy sencillo e intuitivo cuando se entiende. Simplemente si ves un coche que te gusta aparcado, lo coges y haces unas carreras con él. Después te pasas a otro o sigues con el mismo. Y así hasta que vayas derrotando a los 10 vehículos Most Wanted.
Porque sí,
este Need for Speed se trata de coches. No hay absolutamente ningún nombre en todo el juego. Sólo los de los coches.
No hay personajes que vencer, sólo coches que derrotar.
Si hay otra protagonista, a parte de los coches, es la ciudad de
Fairhaven. La ciudad creada por Criterion para la ocasión
está llena de altibajos. Su tamaño es más pequeño del que debería, y, aunque tiene suficiente variedad de zonas, el diseño de las mismas se presenta muy irregular. El no atarse a una ciudad real permite diseñar una totalmente orientada hacia la diversión y la locura. Y sí, en Fairhaven hay 2 ó 3 “zonas de recreo” muy trabajadas, en las que puedes hacer muchos saltos, derrapes y locuras varias; pero son eso, tres zonas concentradas. El resto de la ciudad son calles que te llevan de un sitio a otro sin más (con contadas excepciones).
El mapa de la ciudad revela su tamaño, demasiado limitado Además, y eso es algo más subjetivo,
la ciudad no tiene personalidad. Es algo similar a lo que le pasaba a la ciudad de Saints Row: The Third (aunque es un problema mucho más grave en aquél); es cierto que esto es algo no necesario, pero se nota como una oportunidad perdida. Al final, es igual de importante el escenario con el que juegas a tus cochecitos que los propios cochecitos. En este sentido, creo que la Paradise City de Burnout Paradise era mucho mejor.
Aunque el verdadero problema de Most Wanted es otro. Criterion decidió en su momento hacer un
copia y pega con las físicas y el control del NFS Hot Pursuit de 2010. Donde allí ese
control pesado y lento de los coches los hacía fluir por carreteras y autopistas especialmente diseñadas para ello, alargando los derrapes y manteniendo una velocidad alta;
aquí se vuelve torpe e ineficiente. Es un control que simplemente funciona mal en ciudades con avenidas, cruces, calles estrechas y esquinas. No es preciso, y eso se echa de menos durante todo el juego. Las carreras que transcurren por la autopista que circunvala la ciudad o por las 2 carreteras diseñadas para ello, son las mejores, porque son las únicas en las que ese control funciona, y sientes el coche fluir por ellas.
La IA de los enemigos es poco agresiva para el tipo de juego que es,
pero muy competente. Por otro lado, la IA de la policía es tan lamentable que daría para otro artículo El
sistema Autolog funciona muy bien de nuevo, siempre intentando picarnos con tiempos de nuestros amigos, saltos o persecuciones más largas. Aunque sigue resultando curioso, que pese a tanto Autolog y funciones online incluidas en el modo de un jugador, si queremos competir realmente con otros jugadores,
el modo online sigue siendo un apartado completamente separado en todo: entramos desde un menú, con su tiempo de carga y ni siquiera comparte los hitos de conducción con el modo offline. Pero lo realmente desastroso es que si el modo de un jugador se podría definir como un caos controlado,
el modo online es un caos totalmente fuera de control.
No hay lobbies, ni salas de reunión. Te ponen en el mapa completo, con sólo 5 jugadores más, para hacer una serie de 6 carreras o desafíos. El problema es que no hay absolutamente nada que controle todo eso. Es decir, cuando va a empezar una carrera, tú puedes estar a 15 kilómetros del punto de reunión y otro a 200 metros. Cuando va a empezar la carrera en sí (siempre en cruces de varias calles), no hay parrilla de salida, ni siquiera te frenan para mantenerte inmóvil. Si quieres jugártela y coger una calle, puedes. Si resulta que has acertado, y la carrera era por ahí, habrás conseguido una ventaja insalvable para el resto de competidores. Entiendo que esto no es un Gran Turismo o un Forza Motorsport, y que parte de la gracia de jugar online es ese componente de caos. Esa frustración que te da esa persona que siempre está haciendo derribos a los demás, incluso en los momentos de espera. Pero creo que se les ha ido de las manos completamente. Los hitos y desbloqueos de mejoras,
están pensados para que el online tenga una vida útil bastante larga. Pero lo caótico de su diseño, lo injusto de su diseño, hace que el juego no enganche para volver a menudo al modo online.
Las introducciones a cada carrera están muy trabajadas y son realmente locas Volvemos a tener buenas noticias, ahora sí, con su
apartado gráfico. Es probablemente lo más bruto que he visto en Wii U. Los modelados de los coches son excelentes, y también están a gran altura los de la ciudad. No he apreciado
popping visible, aunque si ciertas
bajadas en el framerate en momentos muy complicados para la consola (con muchos coches en pantallas y accidentes), pero no es muy usual. El resto del tiempo funciona bastante fluido.
Cuando reseñaba el Hot Pursuit, me quejé amargamente del sonido de los motores. No sólo no eran protagonistas en la mezcla global de sonido, sino que todos sonaban muy parecidos y no tenían ninguna equivalencia con sus homónimos reales. Afortunadamente, aquí se ha solucionado este problema.
El sonido de los motores es protagonista en todo momento, suenan mucho más contundentes y tienen más parecido a su equivalente real. Por desgracia,
la selección musical, algo tan importante en un título de este corte,
es aquí un desastre. Y es extraño, ya que EA es un aspecto que suele cuidar mucho en sus juegos (las selecciones musicales de los FIFA suelen ser notables). Las canciones elegidas, no solamente son escasas en cantidad, sino que van de una calidad mediocre a unos remixes de The Who que son de cárcel.
La integración con el gamepad es útil, pero su interfaz está muy poco trabajada. No es ni de lejos lo que prometieron El Most Wanted de Criterion es un buen juego: tiene bastante contenido, es divertido y funciona la mayoría del tiempo. Ser una mezcla de dos estilos es quizá su mayor carga:
ni es un excelente Burnout, ni es un sobresaliente Need for Speed.