Ojo, que si eres una persona honesta, amable con los demás, que cuida de su familia, que colabora con ONGs, que se desvive por sus seres queridos, que nunca habla mal de nadie, pero disfrutas de los toros: ¡Eres gentuza! Y obviamente habitante de un mundo paralelo, un sadico y apenas "persona" de una categoría inferior a la élite antitaurina, curiosamente poblada en un 90% por progresistas de esos pro-aborto, anti-iglesia y que antes se cortan la mano que dársela a un gitano.