La reciente llegada de
Watch Dogs a Wii U ha ofrecido un nuevo punto de comparación para medir las capacidades técnicas de la máquina de Nintendo. Aunque nadie espera un rendimiento equiparable a PS4 o Xbox One, los técnicos de Digital Foundry han aprovechado el título multiplataforma para averiguar cuánto de "
next-gen" tiene Wii U.
Para sorpresa de pocos, el
retraso sufrido por la versión para Wii U no se ha traducido en una experiencia de juego puntera. De hecho, Digital Foundry reconoce que Watch Dogs en Wii U ni siquiera es "la mezcla entre generación actual y
next-gen que esperábamos", sino una versión más afín con PS3 y Xbox 360.
Las cifras de la versión para Wii U responden a una resolución nativa de 1.152 x 648 píxeles y un
framerate fijado a 30 cuadros por segundo, al igual que en consolas de la generación anterior. Los efectos de postprocesado y
anti-aliasing también son idénticos a las versiones de PS3/X360, aunque la consola de la Gran N mantiene el sincronismo vertical activado en todo momento.
Una primera comparación de Digital Foundry entre Wii U y PS4 hace evidente que Ubisoft utiliza "las versiones de pasada generación como punto de partida". Respecto a PS4, la plataforma de Nintendo omite elementos como hierba o postes y recorta el número de NPCs, aunque mejora algunos reflejos de la versión para PS3.
Sin embargo, el verdadero suspenso de Watch Dogs para Wii U se produce con las pruebas de
framerate y rendimiento. Digital Foundry determina caídas por debajo de los 25 fps que se agravan al colisionar con elementos dependientes de cálculos físicos. "Notablemente, un refresco de 20 fps suele ser la norma durante la conducción por el interior de la ciudad".
A estas alturas no hace falta mencionar que Nintendo posee una estrategia marca de la casa
basada en juegos first-party. No obstante, Watch Dogs viene a demostrar una vez más que Wii U no es la plataforma ideal para títulos multiplataforma.