En mi opinión, la gran ventaja de los servidores dedicados en el nuevo Live es la escalabilidad y elasticidad que proporciona Azure.
ESA es la diferencia, un salto cualitativo enorme.
Hasta ahora, una desarrolladora/distribuidora tenía que calcular cuántos servidores necesitarían para cada región, desde el primer día, y siempre la tendencia era a ser conservadores. Si se quedaban cortos, la experiencia online perdía enteros y contratar más servidores era un proceso lento y costoso.
En Azure la escalabilidad se realiza en cuestión de minutos.
Simplificando muchísimo el tema en el contexto que nos ocupa (juego online)...
En Azure tenemos
servidores físicos que a su vez individualmente corren múltiples
servidores virtuales (máquinas virtuales)
En Azure se definen:
roles (ejemplo sencillo: partidas de un modo de juego concreto) e
instancias (máquinas virtuales que corren dichos roles)
Se puede adaptar la necesidad de más disponibilidad de servicios dedicados de dos maneras:
- Escalabilidad vertical: incrementar el poder de cómputo de una instancia (asignándola más CPU y memoria del servidor, entre otras cosas)
- Escalabilidad horizontal: agregar más instancias a un mismo rol, o lo que es lo mismo, más servidores virtuales corriendo esas partidas.
Es más,
las instancias se pueden distribuir geográficamente de manera que la aplicación (partida online) corra más cerca de los puntos desde donde será accedida, disminuyendo la latencia por proximidad.
De todo esto se encarga un componente de Azure conocido como Wasabi, que se encarga de aumentar o disminuir la elasticidad de cada rol según los parámetros que se le asignen.
Y lo mejor es que la desarrolladora/distribuidora en cuestión no tiene ni que preocuparse del tema.