Después de una accidentada presentación, finalmente Microsoft ha revelado la ficha técnica de Xbox Series S. Los rumores ya habían avanzado varios detalles de su hardware que han demostrado ser ciertos, pero ahora además de las especificaciones al completo tenemos un vídeo donde se muestra el rendimiento de la consola, que estará disponible el 10 de noviembre por 299 euros.
En el interior de Xbox Series S encontramos un procesador de 8 núcleos Zen 2 a 3,4 GHz y una tarjeta gráfica RDNA 2 con 20 CUs (unidades de cómputo) a 1,565 GHz que ofrece un rendimiento de 4 teraflops. “La principal diferencia entre Xbox Series X y S es la GPU”, explica Jason Ronald, uno de los máximos responsables de la consola. Razón no le falta si tenemos en cuenta que Xbox Series X ofrece un rendimiento de 12,15 teraflops gracias a una tarjeta gráfica de 52 CUs a 1,825 Ghz. Ambas piezas corren a cargo de AMD y se fabrican siguiendo un proceso de 7nm Enhanced.
Xbox Series S es una consola que tiene como objetivo ser más económica que Xbox Series X y ofrecer los juegos a resolución 1440p y 60 FPS, así que toca hacer sacrificios por algún lado. Microsoft ha decidido hacerlos en la tarjeta gráfica para facilitar el trabajo a los desarrolladores, que en ambas consolas encontrarán el mismo rendimiento por parte de la CPU y en principio solo deberán preocuparse de renderizar sus juegos a una resolución más baja. La meta de Xbox Series X es ejecutar los mismos títulos a 4K y 60 FPS.
En cualquier caso, debemos tener en cuenta que Xbox Series S puede escalar los juegos a 4K, así que los usuarios con un televisor con soporte para esta resolución también podrán aprovecharla. Además, Xbox Series S tiene soporte para todas las tecnologías de próxima generación, incluyendo trazado de rayos acelerado por hardware, sombreado de velocidad variable (VRS) y frecuencia de actualización variable (VRR). La promesa de Microsoft con Xbox Series S es la de entregar cuatro veces la potencia de procesamiento de Xbox One.
Respecto a la memoria, Xbox Series S cuenta con 10 GB GDDR6 a dos velocidades: 8 GB funcionarán a 225 GB/s y 2 GB a 52 GB/s. La parte de la memoria más rápida debería ser la dedicada a los juegos y la más lenta encargarse del sistema. El almacenamiento corre a cargo de un SSD NVMe de 512 GB con la misma arquitectura (Xbox Velocity) y velocidades que el usado en Xbox Series X. Al ser una consola digital el almacenamiento será su punto flaco, así que más de uno se verá en la obligación o necesidad de adquirir una tarjeta de expansión de 1 TB cuyo precio desconocemos.
En el vídeo que acompaña la noticia podéis ver algunas muestras de rendimiento de Xbox Series S. Por ejemplo, Xbox Series S carga The Outer Worlds en 12 segundos mientras Xbox One S necesita 53 segundos. También puede ejecutar el modo multijugador de Gears 5 a 120 FPS y usar la función Quick Resume para saltar rápidamente (no tanto como Xbox Series X) entre diferentes juegos. Al final del vídeo podéis ver
gameplays de títulos como DiRT 5, Watch Dogs: Legion, Outriders, Yakuza Like a Dragon y The Medium ejecutándose en Xbox Series X.
Comparación técnica entre Xbox Series S y X. Pincha para ampliar. Fuente: Xbox Wire