De vez en cuando compras algo, lo que sea, que con el paso del tiempo termina demostrando ser una compra maestra. Un producto que te dibuja una imborrable sonrisa de satisfacción cada vez que piensas en lo que te ofrece por lo que has pagado. Pero no es algo que ocurra cada dia, al menos en mi caso. Por poner un par de ejemplo tengo esa sensación de bienestar cuando pienso en mi barra de sonido Denon DHT-FS5 que 15 años después funciona como el primer dia o en mis modestos auriculares bluetooth Prtukyt 6S que por un precio de broma me acompañan a diario durante horas proporcionandome un sonido limpio y claro.
Han pasado casi dos años ya desde que compré la Series S y ha entrado, junto al Game Pass (que hace poco mas de un mes renove para 3 años por 55 euros), por méritos propios en ese selecto club de compras maestras. No voy ahora a hacer un repaso de todas las virtudes que convierten a esta pequeña maravilla en una compra maestra, pues son por todos de sobra conocidas (aunque al principio a muchos les costó entender la máquina). Tan solo quiero decir, por si a alguien puede servirle mi experiencia, que llevo dos años disfrutando a tope de los videojuegos por un precio de risa y estoy increiblemente satisfecho de ello. Gracias Series S, gracias Game Pass, gracias MS.