Desde el lanzamiento en 2013 de Xbox One con Kinect por 499 euros, en Microsoft hay más de uno esperando que llegue este momento, el de empezar una nueva generación haciendo las cosas bien. Los preparativos para el viaje que esta noche se pone en marcha con la llegada a las tiendas de Xbox Series X|S comenzaron en 2014, cuando Phil Spencer tomó el control de la división Xbox y decidió que el jugador tenía que ser el centro de su estrategia.
Bajo la batuta de Spencer, Microsoft ha decidido abordar la nueva generación de consolas con dos modelos diferentes. Tenemos a Xbox Series X, la consola más rápida y potente de la historia, y Xbox Series S, la Xbox más pequeña hasta la fecha. Ambas opciones también son una puerta de entrada a la verdadera plataforma de Microsoft: Xbox Game Pass, un servicio que ofrece acceso a más de 100 juegos incluyendo los de Xbox Game Studios desde el primer día. La propuesta no ha sido replicada por Sony al considerar que “
no tiene ningún sentido” financiero para PlayStation.
A cambio de 499 euros,
Xbox Series X entrega 12 teraflops de potencia alojados en una APU fabricada por AMD y de diseño personalizado, donde encontramos una CPU con ocho núcleos Zen 2 a 3.8 GHz y una GPU con 52 CUs a 1.825 GHz con arquitectura RDNA 2. La memoria está compuesta por 16 GB GDDR6 que se dividen entre 10 GB a 560 GB/s y 6 GB a 336 GB/s, mientras que el almacenamiento ampliable corre a cargo de una unidad SSD de 1 TB (802 GB usables) que procesa datos a 2,4 GB/s (sin formato) o 4,8 GB/s (comprimidos).
El objetivo de Xbox Series X es hacer funcionar los juegos a resolución 4K y 60 FPS. Por su parte,
Xbox Series S se presenta como un modelo más modesto y sin lector que por 299 euros promete ejecutar los mismos juegos que su hermana mayor pero a 1440p y 60 FPS. Ambas consolas tienen las mismas tecnologías de próxima generación, pero Xbox Series S se debe conformar con una CPU más lenta (3.6 GHz) y una tarjeta gráfica de 4 teraflops. La memoria baja en cantidad (10 GB) y velocidad (8 GB a 224 GB/s y 2 GB a 56 GB/s), mientras que el almacenamiento se limita a 512 GB (
364 GB usables).
Algunos desarrolladores han mostrado su
desconfianza hacia Xbox Series S, pero Microsoft sostiene que ha pensado muy bien la configuración de la consola y ha puesto a disposición de los estudios las herramientas necesarias para ajustar los juegos a sus características. El tiempo dirá, pero los años se pueden hacer muy largos para una consola con el hardware de Xbox Series S. Sin embargo, comercialmente tiene mucho sentido si el objetivo es ampliar la base de jugadores y ofrecer una opción económica para acceder a Xbox Game Pass y juegos de nueva generación.
Xbox Series también busca ganar usuarios mediante detalles que en ocasiones pueden marcar la diferencia respecto a la competencia. En este apartado encontramos funciones como
Quick Resume para cambiar rápidamente entre juegos,
Smart Delivery para recibir siempre la mejor versión del título, soporte 1440p e
integración completa de RDNA 2. Además, aunque es una opción cara y no hay alternativas, los usuarios de Xbox Series tienen claro desde el primer día que pueden
ampliar el almacenamiento interno de la consola.
En software, una de las grandes bazas de Xbox Series es la
retrocompatibilidad. La consola no se limita a soportar todos los juegos de Xbox One, incluyendo los compatibles de Xbox 360 y Xbox One, sino que también los mejora sin que tengan que intervenir los desarrolladores originales. En Xbox Series los juegos retrocompatibles funcionan de forma nativa y lo hacen a más resolución (4K para Xbox Series X y 1440p para Xbox Series S), Auto HDR, filtro anisotrópico 16x y en algunos casos como el de Fallout 4 se doblan los FPS.
La retrocompatibilidad de Xbox Series también se
aplica al hardware, ya que la consola tiene soporte para todos los periféricos (mandos, auriculares y volantes...) disponibles para Xbox One. Respecto al mando de Xbox Series, tiene como novedad un botón Compartir, gatillos y botones superiores texturizados y una nueva cruceta híbrida. El mando de Xbox se ha convertido en un estándar para la industria, pero quizás en esta ocasión Microsoft se ha dormido en los laureles mientras Sony ofrece
DualSense con retroalimentación háptica y gatillos adaptables.
La otra gran apuesta de Xbox Series son los juegos optimizados, es decir, títulos que en la nueva consola ofrecen mejoras de la nueva generación. La lista de títulos optimizados para el día de lanzamiento la componen poco
más de 30 juegos que pueden aprovechar una o varias de las bondades de Xbox Series, incluyendo 4K, hasta 120 FPS, sombreado de tasa variable, DirectX Raytracing y Smart Delivery. A todos ellos hay que sumar los tiempos de carga más rápidos gracias a la combinación del SSD y
Xbox Velocity Architecture.
El nuevo botón compartir del mando Xbox Series En la lista de juegos creados de forma nativa con el entorno de desarrollo de Xbox Series se echa en falta un nombre: Xbox Game Studios. A pesar de la inversión que a lo largo de los años ha hecho Microsoft para ampliar su nómina de equipos de desarrollo, ninguno de ellos ha sido capaz de acompañar la consola con un nuevo juego. La estrella iba a ser Halo: Infinite, pero después de
mostrar el primer gameplay de la campaña y recoger el
feedback de los jugadores, 343 Industries y Microsoft decidieron
retrasar el lanzamiento del título a 2021.
Xbox Series sí tendrá varios juegos de Xbox Game Studios optimizados, incluyendo Forza Horizon 4, Gears 5, Gears Tactics, Ori and the Will of the Wisps, Halo: The Master Chief Collection y Sea of Thieves. Si miramos hacia adelante tenemos anunciados Avowed (Obsidian), Everwild (Rare), Fable (Playground Games), Senua's Saga: Hellblade 2 (Ninja Theory) y State of Decay 3 (Undead Labs). También tienen proyecto en camino Turn 10 Studios (Forza), Compulsion Games (We Happy Few), The Initiative, inXile (Westworld) y The Coalition (Gears).
De cara al futuro, Xbox Game Studios, Xbox Series y Xbox Game Pass tendrán a su disposición toda la
maquinaria de Bethesda Softworks. Esto significa Fallout, The Elder Scrolls, Doom, Quake, Rage, Dishonored, Prey, Wolfenstein y The Evil Within entre otros. Sin embargo, los 7.500 millones de dólares que Microsoft pagará por todos estos juegos y los respectivos estudios de desarrollo vienen con una pequeña hipoteca, la exclusividad temporal de Ghostwire: Tokyo y Deathloop, que llegarán primero a PS5 durante 2021.
Presente y futuro de Xbox Series gracias a Xbox Game Studios Aun así, el peaje parece minúsculo si tenemos en cuenta que Xbox Series tiene en
su mano la exclusividad de
The Elder Scrolls VI, Starfield y cualquier otro juego en el que esté trabajando Bethesda Softworks. Estamos hablando de títulos pertenecientes a franquicias que han transformando la industria del videojuego, así que el futuro parece prometedor.
Podéis seguir el lanzamiento, experiencias e impresiones de los primeros propietarios de las nuevas consolas de Microsoft en nuestros
foros de Xbox Series.