El año pasado nos hacíamos eco de una sentencia condenatoria que podía enviar por primera vez a prisión a un vendedor de modchips. Era en el Reino Unido, donde las leyes de copyright son más estrictas, pero donde igualmente se modifican las consolas para jugar a juegos de importación, copias de seguridad y ejecutar software casero.
El resultado sin embargo ha dado la vuelta al pasar por la corte de apelación y todos los cargos han sido retirados, al considerar esta vez que la violación de copyright se produce durante la realización de copias ilegales, no con la instalación del chip.