Según ha señalado Amazon, los botones Dash fueron "víctimas de su propio éxito" al ayudar a lanzar su ecosistema del Internet de las cosas. Otra forma de verlo es que Amazon no tiene intención de seguir vendiendo botones "tontos" cuando en su lugar puede ofrecer altavoces inteligentes con Alexa, que permiten realizar compras mediante órdenes de voz y son considerablemente más rentables (o como mínimo interesantes) para la empresa al por sus capacidades de conexión e incluso captación de datos.
Los botones Dash, para los que no llegaron a conocerlos en persona, eran pequeños aparatitos con un adhesivo que se podían fijar en sitios como la lavadora o la despensa. Asociados a un único producto concreto (mermeladas Hero, detergente Fairy e incluso profilácticos Durex), permitían hacer la compra en 24 horas con pulsarlos. Su precio era de 5 euros.
También había un plan de consumibles para electrodomésticos con funciones domóticas que les permitía utilizar el botón Dash para solicitar automáticamente detergente o tóner. Básicamente el aparato se encargaba automáticamente de comunicarse mediante Wi-Fi con él para realizar el pedido. Se desconoce qué sucederá con el soporte para esta prestació lanzada en colaboración con fabricantes como Beko, Samsung, Siemens y Bosch.
La desaparición de los botones Dash coincide con el lanzamiento de un nuevo servicio para los miembros Prime: el Amazon Day. Disponible inicialmente solo en Estados Unidos, esta opción permite agrupar múltiples compras para recibirlas un día concreto de la semana. De esta forma se garantizará la entrega de varios paquetes de forma simultánea aunque las compras se hayan realizado en días distintos. Y de paso, Amazon se ahorrará tango gastos de empaquetado como de transporte.