El relevo de Shen implicará cambios importantes en los futuros lanzamientos móviles de la firma, que abandonarán su actual concepción generalista para apostar por dispositivos de prestaciones más estrictamente lúdicas como el ROG Phone. En otras palabras, habrá más móviles para juegos y menos ZenFone. Asus reconoce con esta medida su debilidad en un mercado donde resulta prácticamente imposible despuntar en la gama alta sin una elevada diferenciación y cuya gama baja está dominada por unos márgenes de beneficios inasumiblemente bajos.
De acuerdo con AnandTech, Asus no dejará de lanzar teléfonos fuera de su gama gaming, pero estos móviles estarán centrados en las necesidades de power users con necesidades únicas y actualmente con pocas alternativas a su alcance. No sería algo radicalmente nuevo para Asus, que ya probó suerte en el pasado con propuestas tan singulares como el PadFone, un teléfono que podía conectarse a una pantalla "tonta" para convertirla en una tableta.
Como resultado de estos cambios, Asus asumirá un cargo de 201 millones de dólares en concepto de pérdidas de inventario, royalties y gastos.
No hay por ahora noticias sobre cómo afectarán el cambio en la directiva al lanzamiento de nuevos ordenadores y componentes, por no hablar de la gama ROG. La falta de noticias, no obstante, da a entender que no deberíamos ver cambios muy importantes a corto plazo.
La gama PadFone destacó en su momento por lo inusual de sus configuraciones.