Telefónica quería empezar las pruebas de la tecnología VDSL, capaz de ofrecer hasta 52Mpbs, pero la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) todavía no le ha dado carta blanca. El motivo son las
alegaciones unánimes de la competencia, que solicitan participar en las pruebas y que la CMT regule la comercialización del VDSL de forma similar al ADSL2+.
La decisión de la CMT es complicada, ya que los operadores alternativos han tenido tiempo suficiente para adoptar la nueva tecnología, pero la realidad es que Telefónica sigue ocupando la posición dominante y una liberalización total del VDSL reforzaría todavía más su ventaja. Por el contrario, una regulación excesiva podría frenar la inversión prevista por Telefónica, retrasar la implantación y cobertura del VDSL y desmotivar la competencia de las compañías de cable.