IBLNews tiene una curiosa noticia acerca de una interesantísima iniciativa empresarial que pretende vender las antiguas GameBoys como electrocardiogramas para paises en vías de desarrollo, donde no cuentan con presupuestos para adquirir material médico moderno.
La invención, fruto de un profesor de electrónica de Estrasburgo, surgió cuando un hermano enfermo de paludismo en Madagascar se vio obligado a tomar un fuerte medicamento que podía ocasionar desórdenes cardíacos, incontrolables con los precarios medios de la nación-isla africana. Como forma de solución, ideó un nuevo cartucho para la clásica GameBoy, con un nuevo software y sensores que convierten la vetusta consola portátil en un electrocardiógrafo, básico, pero con un precio muy inferior al de un aparato moderno.
El reciclaje de videoconsolas y material informático no es algo nuevo, aunque este sea posiblemente uno de los casos más llamativos. No es extraño encontrarse con prehistóricos ordenadores portátiles monocromo canibalizados para servir en quirófanos de la India, o, a otro nivel,
carcasas de Jaguar en la consulta de un dentista.