Esta semana nos sorprendíamos con la noticia de que tres directivos de Google habían sido condenados en Italia a 6 meses de prisión, por un vídeo de contenido vejatorio alojado en YouTube. El vídeo estuvo varios meses online hasta que fue notificado a la compañía y procedió a su retirada, pero aun así han sido responsabilizados el ex-presidente del Consejo de Administración de Google Italia, otro miembro del Consejo y el encargado de las estrategias de privacidad en Europa.
La reacción de Estados Unidos, país de origen de Google, no se ha hecho esperar, con un alegato por la libertad de la red y la no responsabilidad de los prestadores de servicios:
A pesar de que reconocemos la naturaleza reprochable del material, no estamos de acuerdo sobre el hecho de que la responsabilidad preventiva de los contenidos subidos por los usuarios recaiga sobre los proveedores de servicios en Internet. [...] Internet libre es un derecho humano inalienable que tiene que ser tutelado por las sociedades libres. En todas las naciones es necesario prestar gran atención a los abusos, sin embargo, un eventual material ofensivo no debe convertirse en una excusa para violar este derecho fundamental. El principio fundamental de la libertad de Internet es vital para las democracias que reconocen los valores de la libertad de expresión y debe ser tutelado por quienes se preocupan por tal valor.