Según las últimas informaciones filtradas a la prensa, las negociaciones secretas entre La Coalición y Redtel han concluido, sin llegar a un acuerdo final. Ambas partes coinciden en atacar a las webs que facilitan las descargas, pero discrepan en el modo de actuar contra los usuarios que comparten archivos de forma privada.
Ahora la patata caliente está en el Gobierno, que será quien tenga la última palabra (al igual que con el canon digital), y de nuevo tendrá lugar el enfrentamiento entre los ministerios de Industria y Cultura. Los usuarios, mientras tanto, tendremos que limitarnos a permanecer como meros espectadores y acatar lo que los políticos y la industria (cultural y de telecomunicaciones) decidan; o también podemos decirles que estamos aquí y no nos vamos a callar.