La Comisión Europea quiere que Microsoft incluya en su nuevo sistema operativo Windows 7 los navegadores de sus competidores, además de Internet Explorer. Se trata de una medida para favorecer la competencia, tras la acusación de que la compañía se aprovecha de su posición dominante en el mercado de los sistemas operativos para imponer el uso de su navegador.
La intención de la Comisión es que los usuarios puedan elegir durante la instalación de Windows el navegador a utilizar, que puedan sustituir el Internet Explorer o instalar varios navegadores en el sistema.