IWF, con base en el Reino Unido, es la fundación que ha introducido esta nueva tecnología que permite etiquetar imágenes de abuso sexual. Lo hace a través de códigos que actúan como una huella digital. De esta forma, el hash es generado por un algoritmo, y una vez asignado a una imagen, será única a la misma, por lo que resultaría fácil identificar una imagen específica en una lista de posibles infractores.
Una vez que el sistema se implementa, cualquier imagen que se suba (a Facebook por ejemplo) se escanea, y si la imagen ha sido previamente etiquetada por la IWF el sistema detectará automáticamente su hash y evitará que sea cargada y posteriormente compartida.
Según la IWF, se estima que el sistema podría eliminar en la actualidad 500 páginas web al día que contengan pornografía infantil. Con el tiempo, este sistema mejoraría sus cifras a medida que se identifiquen más imágenes y crezca la lista de hashes. Por el contrario, la fundación advierte que esta tecnología no llega a toda la red. Espacios como Tor o la llamada Darknet están todavía fuera de su alcance.
En cualquier caso se trata de un gran avance en la lucha contra la pornografía infantil en la red. El apoyo en el futuro de otras compañías podrán mejorar el etiquetado de millones de fotos con el que poner fin a un problema de esta magnitud.