Según ha anunciado la compañía a través del blog para desarrolladores, Android Things pasará de ser una plataforma pública a una "para socios OEM" interesados en desarrollar altavoces y pantallas inteligentes. Google continuará proporcionando imágenes de desarrollo, así como parches de seguridad y actualizaciones de estabilidad durante un mínimo de tres años.
Los únicos módulos de hardware soportados de ahora en adelante serán la Raspberry Pi 3B y el chipset NXP Pico i.MX7D. No habrá compatibilidad oficial con el resto del hardware de NXP, así como con ninguno de los módulos de MediaTek y Qualcomm, reduciendo notablemente su alcance.
Como señala Venture Beat, esta nueva dirección para Android Things evidencia dos situaciones bien distintas: por un lado, la competencia con alternativas como Windows 10 IoT y Ubuntu Core; por otro, el hecho de que Google apuesta ahora por un desarrollo más cerrado y propietario para su plataforma. Si bien no resulta adecuado decir que ha sido cancelada, porque Android Things sigue en fase de desarrollo activo, no cabe duda de que todo apunta hacia un abandono progresivo.
El fracaso de Android Things no era fácil de ocultar, hasta el punto de que ni siquiera Google llegó a lanzar un producto con su propio sistema operativo para el Internet de las cosas. La industria ha ido perdiendo su antiguo énfasis en el control local para lanzarse a la computación en la nube, que cada vez más frecuentemente aglutina características de control domótico de forma remota en lugar de usando hardware y software especializado.