Diez veces más largos que el estándar, estos cables son singulares en cuanto a que no utilizan solo las típicas venas de cobre (que existen, asumiendo funciones de control y energía), sino también de fibra óptica para el envío de datos. Esto tiene varias implicaciones: no solo tienen una longitud extraordinaria, sino que además están protegidos contra interferencias y son totalmente compatibles con la norma SuperSpeed+ (10 Gbps simétricos).
Igual de importante es el hecho de que no requieren alimentación externa como algunos sistemas de prolongación. No precisan por tanto repetidores; todo el hardware necesario se encuentra incluido en el propio cable y en unos conectores que son ciertamente algo más grandes de lo normal.
Si bien ya había cables USB de mayor longitud a la contemplada por el estándar, ninguno había logrado estas prestaciones y son pocos los que lo hacen sin el uso de cajas externas. Este tipo de cables podrían ser particularmente interesantes en hospitales y oficinas, pero también en instalaciones domésticas, puesto que en teoría podría permitir instalar el PC en un cuarto separado del usuario. Para el vídeo se podría utilizar el propio USB o cualquiera de los cables HDMI o DisplayPort del fabricante, que también ofrece variantes AOC de hasta 100 metros de largo.
Cosemi no ha facilitado por ahora los precios de este cable, que se venderá a través de Amazon (entre otros medios) con diversos conectores USB, aunque un portavoz citado por AnandTech señala que sus tarifas serán "competitivas" en relación a las cajas de prolongación.