No sólo los usuarios creemos que un canon que grave a todos los dispositivos y soportes digitales de forma indiscriminada es injusto, la industria también está de acuerdo. Cada vez son más las voces contrarias, a las que se han unido Apple y Creative tras la
demanda de la SGAE. Asimelec, la asociación que reúne a los principales fabricantes y distribuidores de electrónica, ha
solicitado una enmienda a la L.P.I. que acabe con esta situación.
Los autores por su parte también están ejerciendo la presión contraria,
encabezados ahora por Victor Manuel. Creen que es lógico que la industria y los consumidores de tecnología deban subvencionarles, y afirman que la cuantía del canon es irrisoria en relación con el precio de los productos gravados. Esta pequeña cuantía llega a superar el 100% del coste de los CDR sin canon, y el 200% de los DVDR, y tan sólo en su primer año de aplicación en España supuso unos ingresos comprendidos entre 36 y 54 millones de euros.