Las características desglosadas son ciertamente notables. Los AP Cascade Lake utilizan un diseño multichip de 48 núcleos fabricado a 14 nm. Intel no ha facilitado las interioridades técnicas de este procesador de gran tamaño, pero el uso de varios dies en un único chip recuerda bastante el enfoque técnico de AMD con su Epyc, que curiosamente fue motivo de las ufanas críticas de Intel por ser (parafraseando) varios chips pegados con cola en lugar de un procesador unitario.
Rivalidades aparte, y como bien señala ArsTechnica, el nacimiento de este monstruo se debe esencialmente a una necesidad técnica. El proceso de producción de Intel a 10 nm aún no está lo suficientemente maduro para facilitar la fabricación en masa de chips de alto rendimiento. Los dies son cada vez más grandes y pueden contener más fallos de producción, así que sale mucho más rentable (y posiblemente es más sencillo) utilizar varios de menor tamaño en un mismo procesador.
Los Xeon Cascade Lake contarán con doce canales de memoria y requerirán según Ars de un zócalo de dimensiones considerables, posiblemente un 5903. Es una incógnita, como también lo es el número de hilos. Se desconoce si esto se debe a la nueva política de Intel, más centrada en los núcleos físicos (algo que en el mercado profesional podría tener una acogida desigual) o si por el contrario obedece a otros motivos, como reforzar la seguridad de unos procesadores que encontrarán su hogar en algunas de las firmas más punteras del mundo (y más de un centro de investigación gubernamental o ministerio).
De acuerdo con Intel, los nuevos Xeon Cascade Lake brindarán un rendimiento superior al de un AMD Epyc en nada menos que un 240 % en casos de uso donde el manejo de memoria sea crítico y (detalle importante) con el hyperthreading desactivado. Los benchmarks terminarán revelando el resto, pero de entrada Intel parece determinada a evitar que AMD siga haciéndose hueco en un segmento que hasta hace poco dominaba prácticamente en solitario.