Romper la seguridad de un iPhone moderno no es algo baladí. El teléfono de Apple es conocido por utilizar técnicas de cifrado avanzadas y una serie de medidas de protección que impiden lanzar ataques por fuerza bruta con el fin de acceder a los contenidos de un dispositivo. Asimismo, el dispositivo cuenta con un lector de huellas dactilares que aporta una capa extra de seguridad. Esta es la primera vez que se tiene constancia de que las autoridades españolas hayan podido hackear un iPhone 6, labor para la que contrataron los servicios de una firma israelí llamada Cellebrite.
Poco conocida por el gran público, Cellebrite es una empresa especializada en herramientas de software forense que saltó a la palestra cuando el FBI requirió sus servicios para acceder al iPhone 5c del terrorista responsable del tiroteo del San Bernardino, California. Como curiosidad, se da la circunstancia de que Cellebrite guarda una relación tangencial con el mundo de los videojuegos al ser uno de las numerosos tentáculos de la japonesa Sun Corporation. Sí, esa Sun.
Por ahora se desconocen los pormenores del trabajo realizado por Cellebrite, pero aparentemente el teléfono fue enviado a las instalaciones que la compañía posee en Alemania. Todo lo que se sabe con certeza es que, según ha declarado la madre de la desaparecida, las autoridades "han desbloqueado el móvil y han podido acceder a la información a la que hasta ahora no habían podido tener acceso". Los investigadores de la Guardia Civil cuentan ahora con un volcado de la memoria del teléfono para proseguir sus pesquisas.