El FBI ha recuperado correctamente los datos almacenados en el iPhone del terrorista de San Bernardino y por lo tanto ya no necesita la ayuda de Apple requerida por la orden de la corte. Para el Gobierno sigue siendo una prioridad asegurar a la policía toda la información crucial que pueda proteger la seguridad nacional y pública, ya sea con la cooperación de las partes interesadas o a través del sistema judicial cuando fracasa la cooperación. Seguiremos aprovechando todas las opciones disponibles para esta misión, incluyendo la búsqueda de la cooperación con fabricantes.
Desde el principio, nos opusimos a la demanda del FBI para que Apple construyera una puerta trasera en el iPhone porque creíamos que era un error y sentaría un precedente peligroso. Este caso nunca debería haber ocurrido.
Vamos a seguir intentando ayudar a la policía con sus investigaciones, como lo hemos hecho desde el principio, y vamos a seguir aumentando la seguridad de nuestros productos ante las amenazas y ataques a nuestros datos que se hacen cada vez más frecuentes y más sofisticados.
En Apple creemos profundamente que los usuario en Estados Unidos y en todo el mundo merecen la protección de sus datos, seguridad y privacidad. Sacrificar uno por el otro sólo pone a las personas y países en un mayor riesgo.
Este caso plantea cuestiones que merecen un diálogo nacional sobre nuestras libertades civiles y sobre nuestra seguridad colectiva y la privacidad. Desde Apple mantenemos nuestro compromiso para participar en la discusión.