Este proyecto de ley hará que nuestras vidas digitales sean menos seguras y menos privadas. Se trata de canalizar una enorme cantidad de información confidencial en manos del gobierno, con el que se podrá utilizar en casos que no tienen nada que ver con la seguridad cibernética. El gobierno va a ser capaz de utilizar estos datos privados de los programas de igual forma que la vigilancia de la NSA revelada en los últimos años. Damos las gracias a los senadores que trataron de mejorar el proyecto de ley, y en especial a aquellos que se oponían de plano, pero hoy es un mal día para las libertades civiles.