Tras demandar a 35.000 internautas en los últimos cinco años, la industria discográfica norteamericana ha anunciado el abandono de las demandas masivas. Lejos de conseguir una disminución en el intercambio no autorizado de música, lo único que ha logrado la RIAA es destrozar su imagen y enfadar a los consumidores.
La noticia sin embargo dista de ser positiva, pues la nueva táctica es la colaboración con los proveedores de Internet. El sistema de los 3-avisos o respuesta gradual del que tanto se está hablando últimamente podría implementarse también en Estados Unidos, habiendo llegado ya a acuerdos con varias compañías. Además, la RIAA se sigue reservando el derecho a demandar a los usuarios más activos o a quienes ignoren los avisos.