La próxima generación de PlayStation y Xbox que debería debutar a finales de 2020 y podría o no ser la última que se inicia con el lanzamiento de una consola tradicional. Desprenderse de este elemento físico supone un problema para algunos jugadores, pero lo cierto es que tanto Sony como Microsoft ya vislumbran este futuro tal y como demuestra la alianza estratégica para el juego en la nube que recientemente firmaron ambas compañías.
Sin embargo, esta mudanza hacia la nube no sucederá de forma abrupta e incluso es posible que la siguiente PlayStation no sea la última que llegue a las tiendas, según indica Jim Ryan, presidente de Sony Interactive Entertainment, en una entrevista a Cnet. “En realidad no lo sé”, dice Ryan cuando le preguntan si la nueva PlayStation será la última consola de Sony. “Llevo un tiempo en esto y en 2012 escuché a un montón de gente inteligente hablar sobre el móvil y que PlayStation 4 iba a ser un fracaso sin precedentes”.
Ryan afirma que para entonces el paso hacia el móvil era una lógica difícil de refutar, pero que ellos creyeron en PlayStation 4 de la misma forma ahora ahora confían en su consola para la próxima generación. “¿Quién sabe cómo podría evolucionar?”, se pregunta Ryan. ¿Modelos híbridos entre consola y la nube?. Quién sabe. Simplemente no lo sé. Y si lo supiera, no te lo diría”. Lo que sí afirma saber el directivo es que será una transición será progresiva.
“Con nuestros recientes anuncios, hemos demostrado que creemos en la existencia de un gran mercado para una consola de nueva generación”, comenta Ryan. “Sin embargo, no es algo binario. No es que dentro de tres semanas o años el mundo de las consolas vaya a detenerse, y aparezca un mundo sin consolas que de repente se impone. Cualquier transición será constante y gradual”.
El traslado más inmediato que deben afrontar los jugadores de PlayStation es el salto hacia la nueva consola. Todo parece indicar que gracias a la retrocompatibilidad y el juego cruzado entre generaciones el cambio será sencillo. Ahora Sony enarbola la bandera de la retrocompatibilidad, pero hace dos años Ryan afirmaba que se trataba de una función “muy solicitadas, pero que a la hora de la verdad no se usa demasiado”.
