Dominic Mallinson, jefe de investigación y desarrollo en PlayStation, ha confirmado que la nueva versión de PlayStation VR no estará disponible en el mismo momento que la próxima consola de Sony, que presumiblemente recibirá el nombre de PlayStation 5 y llegará durante la segunda mitad de 2020. Sin embargo, Mallinson ha informado que hay una nueva unidad de PlayStation VR en camino y dejado caer algunas de las características que debería tener.
“No hay ninguna razón por para que [la próxima generación PlayStation VR] coincida con una nueva consola”, comenta Mallison en una conversación con Cnet. “Desde el punto de vista del consumidor, se vería bombardeado por demasiadas cosas, ‘oh, tienes que comprar esto, tienes que comprar aquello’, es un mensaje que no queremos mandar. En ciertos momentos, es bueno tener algo de espacio para respirar entre estas cosas”.
La actual versión de PlayStation VR, la misma que ha vendido más de 4,2 millones de unidades en todo el mundo, será compatible con PlayStation 5, así que la consola tendrá soporte para un visor de realidad virtual desde el primer día. Además, la próxima PlayStation será retrocompatible con el software de PlayStation 4, así que también dispondrá de un amplio catálogo donde se incluyen varios títulos de realidad virtual.
Durante la conversación Mallinson no ha confirmado ninguna de las características de la nueva versión de PlayStation VR, pero sí ha comentado tecnologías que en su opinión debería equipar cualquier visor de realidad virtual que se precie. Entre ellas incluye el seguimiento ocular. “Para mi, es una tecnología obvia”, dice Mallinson. El seguimiento ocular permite monitorizar los ojos del usuario y abre la posibilidad de usar el renderizado foveal, una técnica que reduce el detalle de las zonas donde no enfocan los ojos para liberar recursos.
Además, Mallinson afirma que los veteranos PlayStation Move, cuya existencia es anterior a la de PlayStation VR, serán reemplazados. También habla sobre su deseo de ofrecer un dispositivo de realidad virtual “más liviano, más fácil de colocar y con menos cable”. Sin embargo, reconoce que lo “lo inalámbrico sufre de ser caro”.
