A falta de comunicado oficial, el grupo audiovisual Mediapro ha sido la compañía ganadora en la puja por los derechos de transmisión de la Champions League de fútbol para el ciclo 2018-2021. Durante este trienio la operadora catalana emitirá todos los partidos de la Champions mediante el canal de pago beINSports, siendo la próxima temporada la última en la que Antena 3 y TV3 (en Catalunya) emitan en abierto el partido de los martes en primera elección.
La compañía presidida por Jaume Roures se impone a Telefónica (Movistar) con una operación que según fuentes del sector llegaría a los 1.100 millones de euros, un importante aumento respecto a lo que abonaron Mediapro, Antena 3 y TV3 para el ciclo 2015-2018. La subida del precio se justificaría por la exigencia de los clubs para que la UEFA pague más, el mayor número de suscriptores a servicios OTT respecto hace tres años y la emisión de forma seguida de dos partidos en directo (19:00 y 21:00).
Que los derechos de la Champions League sigan durante tres años más en manos de Mediapro supone un problema para las tres grandes operadoras: Movistar, Vodafone y Orange. Durante los últimos años todas ellas han subido unilateralmente el precio de sus ofertas convergentes por incluir el fútbol, y desde que se filtró la noticia de que Mediapro había ganado la subasta ya han avisado por algunos medios que no están dispuestas a comprar los derechos a cualquier precio, llegando incluso a amenazar con abandonar el fútbol de pago.
Pero solo estamos al inicio de una larga partida de ajedrez. Mediapro necesita rentabilizar su inversión y los operadores llegar a un acuerdo para que su oferta de televisión siga siendo competitiva y atractiva en un país donde el fútbol es, con diferencia, el deporte más seguido y el que más equipos consigue colocar en las últimas fases de la competición europea. Además, hay que continuar justificando la tendencia alcista de los precios de las tarifas convergentes. Sin embargo, está asegurada la emisión en abierto de la final de la Champions al ser considerado un acontecimiento de "interés general" por la Ley del fútbol.
Hace tres años Vodafone y Orange llegaron rápidamente a un acuerdo con Mediapro e incluyeron beINSport en su oferta básica. Movistar se resistió más pero terminó hincando rodilla. Si en esta ocasión decide no hacerlo podría redoblar sus esfuerzos en su apuesta por la producción propia de cine o series.
En el pasado la factura del fútbol la terminaron pagando los usuarios con sendas subidas en el precio de las tarifas. Está por ver qué pasará en esta ocasión.
